୨👑୧ Des-Aventuras con la Realeza ❀ ;

─ Capítulo 6; Rey Duende.

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─ Capítulo VI;

Naturalmente, el Principito se despertaba a la 10 de la mañana, ¿por qué? Por pura comodidad la verdad.

Mira lo raro que fue para él cuando múltiples Guardias y Reclutas aparecieron a las 6 de la mañana para despertarlo y sacarlo de su habitación.

Al principio se negó, tenía mucho suelo, contando que la otra noche estuvo hasta las 12 despierto hablando con Armida sobre cosas en la habitación del joven Príncipe.

Al principio pensó que era una broma pesada de su hermana o alguien de confianza, osea sus padres o su Guardiana, pero cuando salió al patio en pijama y vio a sus padres y hermana igual que él pero con un rostro de miedo, supo que algo andaba mal.

─ ¿Qué p-

─ ¡Reagan! ─

Se acercó su madre a abrazarlo protectoramente y acariciar su rostro en busca de heridas o algo parecido.

─ ¿¡Estás bien!? ¿No tienes nada verdad? ─

Pregunto insistente y con un claro nerviosismo, busco con la mirada a su Guardiana, pero poco vio entre la multitud de Guardias y Reclutas que los protegían, sumando algunas Arqueras a las Alturas, las 4 Mosqueteras y todo el resto de la nobleza buscando a sus al rededores.

No entendía que ocurría.
Se acercó a su padre con inquietud.

─ Padre, ¿qué ocurre? ─

Su padre, que hablaba con los dos Príncipes Rojos, se incorporó para hablar cara a cara con su único hijo.

─ Reagan... Es sobre... Tu tío... ─ Vio la inquietud en los ojos de su propio padre ─ Él... Ha sido secuestrado por los Duendes... ─

Los ojos de su hijo se abrieron de la sorpresa, ¿su tío? ¿El rey azul? ¿Él mismo hombre que tuvo el valor de tener a sus Campeones comiendo de la paloma de su mano? Raro... Muy raro.

Y sumando que había sido secuestrado por los Duendes, los bichos verdes que mueren a veces hasta por descarga, los mismos bichos que hasta 3 esqueletos y un buen posicionamiento es capaz de defender. Eran tontos, muy tontos.

Pero lo que uno tiene de feo, lo tiene en astucia. Y los Duendes eran muy, muy, muy feos. Respecto a su opinión claro.

Pero él aún estaba en pijama, su cabello suelto, pantuflas de bebé dragón, un bata de dormir, esta era muy elegante, con textura suave y ondulada con terciopelo y muy "femenino", lo último según su hermana, pero que iba a hacer, era muy cómodo y suave, se sentía como en una nube con ella.

Apesar que seguía buscando con la mirada a su Guardiana no la encontraba, decidió escabullirse entre escudos y espadas de los Guardias para entrar otra vez al castillo y buscarla.

Vio y escuchó como ese estaba en total silencio por dentro, no había ni un alma, normal, era una investigación y para evitar ensuciar pruebas necesitaban a todos fuera.

Siguió caminando, hasta que noto que el camino de hacia oscuro, pero para soluciones problemas, agarro una vela larga del candelabro de la pared y la uso como antorcha para encontrar la habitación de su Guardiana.

Cuanto más avanzaba, la oscuridad más lo devoraba, esto le traía malos recuerdos. Pero decidió aguantar, por él y su mejor amiga.

Finalmente cuando llegó abrió sin tocar, pero no encontró nada, una cama abierta arrugada y vacía.