୨👑୧ Des-Aventuras con la Realeza ❀ ;

─ Capítulo 2; Vestidos y Tacones.

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─ Capítulo II;

Habian pasado 5 años, obviamente ninguno de los seguían siendo los mismos, cada uno se había acostumbrado a un diferente modo de vida, principalmente el Principito, aun no le termina de gustar las multiples reglas que caian sobre su titulo del Hijo del Rey rojo, pero a diferencia de cuando era joven, esta vez las aceptaba e intentaba seguirlas, claro, intentaba.

Tambien noto que ahora poseia mucha mejor resistencia, velocidad, agilidad, mejor manejo de armas y mejor punteria, había pasado 5 años, ¿qué más podia esperar? Pero igualmente, seguian siendo su guardaespaldas personal, por las moscas, aun que solo era una escusa para estar juntos.

Igualmente, hoy no saldrían mucho del Castillo, no es que tuviera muchas oportunidades, su padre había aumentado la seguridad en todos los sentidos, encima Armida se había tenido que excusar para volver a su aldea, no estaría aquí por 1 semana completa.

Ya había pasado los 7 días, pero la Guardiana no asomaba la cabeza por el Castillo, ya que aún seguía de trayecto, maldecia las aldeas.

En eso escucho alguien golpear su puerta.

— Reagan, ¿puedo pasar? —

Reconocía esa voz.

— ¡Pasa! —

Vio a su hermana cruzar la puerta, su cabello volvía a estar corto y tenía su armadura de batallas, al igual que él, pero sólo que la suya había sido adaptada para su edad, como rodilleras y coderas para estar más heridas.

— Perdón si te interrumpo o... —

— ¿Qué? ¡No! Eres mi hermana Suri, nunca me molestarias, pero...¿A qué has venido? —

Un silencio incómodo apoderó la habitación.

— Yo... Quería... Invitarte a tomar elixir... —

El Principito levanto una ceja en señal de duda.

— Suri, tengo 17, que cumpla este año 18 no signifique que ya soy mayor de edad. —

— Reagan, solo vamos a beber una copa, no vamos a emborracharnos. —

Siendo sincero, ya había probado el Elixir, todo sin la mirada de su padre claro, y realmente le gusto.

Pero ahora estaban ahí, en la taberna del MontaPuercos pidiendo dos jarras.

— Y... Bueno, ¿qué quieres hacer cuando cumplas 18? —

— ... Pues... No lo se... Pero todo a su tiempo. —

— ... ¿Te gustaría ser Rey? —

— ¿Qué? —

— Si quieres s-

— ¡No! Me refiero, eres la heredera al trono ahora, ¿por qué preguntas eso? —

— ... No se si quiero ser Reina... —

— ¿Qué? ¿Por qué? —

— Reagan, mira a papá y mamá, están hechos mierda, ni siquiera se si quiero casarme... —

— ¿Y que quieres? —

— ... Tampoco lo se... —

Ambos se miraron con incertidumbre y tomaron un sorbo de la bebida púrpura.