Insistencia | Minayeon G!P

03

Con pasos sigilosos salió de su habitación, su padre durmiendo plácidamente en la habitación de en frente y su hermano en la sala de estar desprendiendo un olor a alcohol cuando pasó detrás del sofá donde se encontraba.

Apretó su mandíbula por el dolor en su pierna derecha al hacer un movimiento brusco cuando salió completamente de esa casa, pero suspiró de alivio por el aire fresco golpeando sus mejillas.

El ambiente era tan diferente, afuera podía oler a libertad, sentirla bajo su tacto y sobretodo, pensar que lo era aunque fuese unos minutos.

Su camino a casa de Momo era cerca a tan solo unos 10 minutos a pie, pero tardaría mas debido al dolor de su pierna.

Su padre la había pateado, una patada que iba directo a su abdomen, pero Mina lo evitó interponiendo su pierna, y era tan hijo de puta que la golpeó tres veces en el mismo lugar.

Aunque tratase de ocultarlo un poco, el dolor le ganaba y debía cojear un poco para que no doliese.

Su rutina no desapareció, fue a casa de Momo, -intentó que su caminar fuese correcto para no preocuparla-, se cambió evitando mirar su reflejo en el espejo y se fue después que le dieran algo de comida.

Quizás salió más apresurada de lo normal porque, además de estar con su novia, Mina vio las intenciones de Momo en llevarla ya que iban al mismo lugar.

Mina aún no podía creer que estudiasen en el mismo lugar.

Conocerla fue casualidad. En la universidad alaban a cada estudiante que es extremadamente hermosa y carismática. En cada matrícula. Chaewon la de segundo año, Wonyoung de tercero, Miyeon de cuarto y la novia de Momo el ultimo año. Conocía su rostro, pero no su nombre, especialmente porque no iba a volver a verle en la universidad por ser el último año de la chica.

Mina recorría los pasillos con la mirada baja, manos en su sudadera y encorvada, buscando algún sitio para esperar su segunda clase.

Habian informado que la primera hora la tenían libre, y lamentablemente para Mina, no podía socializar más de algo relacionado a exámenes o temas de matemáticas o físicas.

La japonesa encajaba en su clase cuando se trataba de temas relacionados a eso, de lo contrario, nadie estaba con ella.

Se topó con Chaewon con esas provocativas minifaldas que no ayudaban a su imaginación, vestía muy sexy y actuaba muy sexy para pensar de Mina.

La japonesa cayó de culo de pronto por el impacto que le dieron en su hombro y por la distracción que tenía.

—¡Perdon..., estaba...! —dijo la persona que la hizo caer de culo contra el piso, y que además la hizo maldecir internamente por la vibración que recorrió su pierna adolorida.

—Descuide —interrumpió apenas, recogiendo las cosas que habían salido de su mochila con resignación.

No era raro que lo hicieran con intenciones malignas, así que no tenía caso mirar esa persona.

Se puso de pie como pudo, reafirmando su mochila en el hombro para irse, pero esa voz no se lo permitió.

—¿Mina?

Abrió su boca de sorpresa. Tanto tiempo juntas en la misma universidad y jamás se había encontrado de una manera tan cercana, ¿y ahora que se había presentando, si?

—Uhm-uhm —quiso dar entender cómo respuesta, y siguió su camino hacia algún lugar que estuviese descansando su pierna, sin siquiera mirar atrás.

No había necesidad de hacerlo. La novia de Momo pudo hacerla sentir como alguien normal, pero eso no quería decir que hablaría con ella siempre que la viera.