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Llegó el siguiente día y mirar el cuerpo desnudo a mi lado no podía producir nada más que decepción.

Otro arrebato de tristeza para que Jisoo tuviese la oportunidad de tener relaciones conmigo.

Peino mi cabello hacia atrás con ambas manos y expulso el aire retenido, sintiendo mucho arrepentimiento de haberlo hecho específicamente con ella, de tantas personas, con quién me traicionó por primera vez.

Salgo de la cama para no estar más a su lado.

Era un domingo y el día no podía ser más aburrido. El ánimo que Mina me había causado, estaba en declive por la aparición de Momo en nuestro lugar.
Nuestra cita de hoy.

¿Debía o no debía ir? Había tantas cosas de las que conversar sobre porqué me dejó de hablar o porque acepto las insinuaciones de Momo.

De porqué tomó esa actitud de un momento a otro y me hizo a un lado.

Si tomaba la decisión de ir, debía aclarar todas esas cosas y dejarme saber que podía confiar ciegamente en ella.

Quería confiar, pero... La propia Mina me impedía hacerlo. Aún cuando me demostró su verdadera y tierna personalidad ayer, reconfortandome y gustandome con esa preciosa sonrisa que solo yo he tenido el privilegio de ver, el que este con ellas me impide.

¿Por qué ellas están siempre rodeándola como moscas? ¿Por qué su fragilidad es tan notable?

Suspiro, bajando la cabeza con las manos apoyadas en el lavabo y cerrando los ojos para calmar mis pensamientos que invaden mi cabeza una y otra vez sin ningun tipo de descanso.

Era completamente necesario, sin embargo, Jisoo es quien ayuda en parte cuando me toma por la espalda y me abraza, cerrando sus brazos por mi torso desnudo.

Aprieto mis labios, totalmente disgustada tanto con ella como conmigo misma por regresar, por aceptar simplemente por tristeza. Mi cuerpo al estar en sus cinco sentidos lo rechaza por completo, le asquea.

-Vete de aquí, Jisoo.

Chasqueó su lengua evidentemente disgustada por mi rechazo, además de quitar sus manos de mi cuerpo, pero se puso de pie a mi lado con su boca cerca de mi oído.

-Esperare para follarte de nuevo en tu estado depresivo, Nabong. -susurró con diversión con un beso en mi mejilla como despedida y se fue riendo bajamente.

Mis manos apretaron más y mi mandíbula también, molesta conmigo misma por ser tan estúpida, por no poder manejar el revoltijo de emociones que tengo en mi.

Tengo marcas por todo mi cuello, clavícula e incluso vientre o pechos. ¿Cómo se sentirá Mina si me llega ver así?
Estoy segura que se sentirá muy triste y expresará mucho dolor, y eso causa que ese nudo crezca mas rápido. Lágrimas se reúnen en mis ojos y lentamente se deslizan por mis mejillas, cayendo dentro del lavabo.

¿Por qué me siento mal de hacer algo que ella ha hecho con más de una? ¿Ella se sentía así de mal cuando pensaba en mi y lo hacía con otra? Rio entre lágrimas, negando al momento.

Por supuesto que no.

-¡OH! ¡NAYEON, CREO QUE TU CELULAR VA A EXPLOTAR! ¡NOS VEMOS, MI AMOR!

Dejo de sentirme como tonta o al menos lo intento, y termino de cepillarme los dientes.

Me dijo que debía estar a las seis, pero... ¿Seguiría en pie su propuesta por mi enojo? Sonreí caminando a la sala de estar. Por supuesto que estaría esperando, su insistencia por nuestras citas era genuina y aún bajo mis rechazos seguía ahí.

Insistencia | Minayeon G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora