Amethyst Swan, es la hija menor del jefe de policía Charlie Swan y media hermana de Bella, quién mediante una gran aventura tendrá que aprender que, su mundo no es lo único extraño en la tierra y qué... Existen otros tipos de seres inmortales.
Claro...
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Durante milenios, los dioses vivían envueltos en su propia gloria, rodeados de alabanzas y rezos hacia sus nombres, dejando de lado a los mortales que los admiraban y con ellos a los hijos que engendraban con ellos.
Al menos eso fue lo que la mayoría de los dioses hizo... Pero, Apolo a pesar de ser un poco... Bueno muy egocéntrico y según muchos bastante irritante, estaba allí para ellos.
Durante mucho tiempo incluso se mostró misericordioso con muchos semidioses, incluso con aquello s que no había engendrado, por lo que no tomo por sorpresa a ningúno de los doce grandes el cariño que profesaba por esa pequeña hija de Hecate.
La niña había aceptado participar en cada una de las pruebas impuestas para que regresará a su habitual gloria, sin más recompensa que si amistad de por vida, razón que había valido lo suficiente como para que Apolo abandonará de nueva cuenta su inmortalidad a cambió de ser una ayuda para Amethyst Swan...
— No es nada evidente lo que haces Apolo— Dionisio dijo con sarcasmo mientras sorbia de una lata— Ella jamás va a sospechar que la acechas desde los arbustos
— ¿¡Qué no lo entiendes!?
— Entiendo que eres un psicópata en potencia— señaló el dios del vino— y que necesita ayuda, das miedo hermano
— ¿Miedo yo?, ¿Y si esos lobos la lastiman?
— Uy si que horror— bufo el dios del vino— Esos lobos mutantes son más horrendos que la hidra a la que tuvo que enfrentarse a los siete años
— No me lo recuerdes— Suspiro rendido— ¡Deberías estar de mi lado!, ¡Es algo así como tú tataranieta!
— Sí, sí, como sea... Lobito malo, Shu shu
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Pov Ame
La vida está llena de bellas sorpresas para cuando menos lo esperas, pero supongo que todo tiene su precio, no hay felicidad sin tristeza, ¿No?
