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        JunHoe estaba impaciente. Eran las once de la noche cuando escuchó el sonido de las llaves en la puerta. Kim no había respondido a sus llamadas y eso lo llenaba de celos por dentro, especialmente sabiendo que estaba en una cita. Finalmente, JinHwan entró.

     Mierda.

          Su mejor amigo parecía estar bajo los efectos del alcohol, lo cual se podía apreciar claramente en su expresión facial y el ligero sonrojo en la punta de su nariz y mejillas. A pesar de ello, se movía con elegancia y soltura. Vestía una camisa blanca que dejaba ver tres botones desabrochados, lo que daba lugar a un aspecto desenfadado pero a la vez coqueto. Su cabello rubio estaba peinado hacia un lado, otorgándole un aire sexy y fresco. Además, sus ojos estaban delineados con un marcador negro que hacía resaltar su mirada.

              Los pantalones de mezclilla negra se ajustaban especialmente en sus muslos y, al levantar la mirada para encontrarse con Koo, sonrió con una expresión vacía en los ojos. JinHwan era hermoso incluso con ese aspecto de fuckboy; JunHoe reconoció el aroma del perfume costoso que el rubio sabía que volvía locas a las chicas y apretó los puños.

              Las transformaciones habían afectado a su amigo de tal manera que comenzó a evitar a las chicas por temor a ser descubierto. La situación se complicaba aún más al tener que ocultarse de su propia familia, lo cual le generaba una pesada carga de estrés. A pesar de todo, seguía luchando por mantener su secreto y no perder el control de sus acciones en ningún momento, siendo lo más centrado pposible.  

              El mayor ladeó la cabeza y se oyó el tintineo de su colgante en forma de cruz en la oreja izquierda.
La respiración de JunHoe se agitó ante las señales. Su mejor amigo se había acostado con alguien.

              Apenas la noche anterior había estado en sus brazos, jadeando debajo de su cuerpo y al día siguiente se comportaba como si nada hubiera ocurrido entre ellos. Con dos zancadas alcanzó al más bajo y lo acorraló contra la pared. JinHwan era mucho más bajo que él y, aunque Koo lo fulminara con la mirada, no parecía intimidado. Ni siquiera sabía sobre todas las emociones que se agitaban en su interior.
―¿June? ―pronunció la voz vacilante de JinHwan.

―¿Dónde estabas? ―. Reclamó el más alto, inclinándose aún más sobre él.

―C-con una amiga.

―¿Quién?

―No la conoces.

          La tensión podía sentirse en el ambiente. Entonces Koo se dio cuenta de que no estaba en posición de reclamarle nada. Se hizo a un lado y se despidió con un simple "buenas noches", confundiendo aún más al mayor.

             Se percató de la cruda realidad, JinHwan había perdido todo por culpa de esa maldición que lo tenía prisionero en esa casa. Una vez que todo terminara él volvería a salir con chicas.

          El hecho de que JunHoe sintiera algo por él, no hacía que su amigo sintiera lo mismo. Ni siquiera el hecho de haberse acostado con Jinny cambiaba las cosas. Lo tenía más que claro entonces.
  

         JinHwan se dirigió hasta la cocina, tenía un hambre voraz y al servirse el jugo notó cómo sus manos temblaban. Esa mañana había estado tan desesperado porque JunHoe había salido repentinamente y no le había dicho a nadie a dónde iba.

          Kim temía que JunHoe se sintiera asqueado e incómodo por tener que verlo, había pensado lo peor. Con el corazón roto, se arregló y salió con el fin de tratar de arrancárselo de su pecho de una vez por todas.

         Buscó a Ha-neul. La chica vivía por la zona y la había encontrado en el mercado un par de veces cuando acompañaba a Song.

           En algunas ocasiones ella coqueteaba con él e incluso una vez habían intercambiado contactos, él lo había permitido para no dejarla en ridículo frente a la vendedora aquella vez.

Cinderella _ ||JunHwan|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora