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         JunHoe visitó a su padre nuevamente. Le alegró notar que ya no tenía ojeras y había recuperado un poco de color nuevamente gracias al amuleto protector que Gackt le había hecho donde tanto él, como Yasu y BonHwa habían puesto parte de su energía para ayudarlo a protegerse de la entidad que estaba devorando su esencia vital, aunque esto no tenía un efecto duradero. Hasta se sintió culpable por ir a dejar malas noticias.

         Koo DakHo era un hombre sabio, escuchó atentamente a su hijo y finalmente suspiró. Incluso no pareció pensarlo demasiado cuando estuvo de acuerdo con arriesgarse a  esperar a que Jinny tuviera al bebé antes de deshacerse del hechizo.

        Otra historia era lo que pensaría BonHwa, por eso DakHo había decidido guardarlo en secreto hasta por lo menos seis meses aunque, ninguno de ellos contaba con que las paredes tuvieran oídos. Y allí estaba, en pelirrojo deslizando la espalda contra la pared, dejando sigilosamente la bandeja con agua fría en el suelo y llevándose una mano a la boca, tratando de hacer el menor sonido posible que pudiera captarse a través de la puerta entreabierta conforme las lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

        Bajó por las escaleras rápidamente al oír que JunHoe se estaba despidiendo. La cocina quedaba expuesta a las escaleras por lo que derramó el agua en la licuadora y metió frutas al azar. El sonido del electrodoméstico ayudó a ocultar su voz nasal por el llanto y se había limpiado el rostro.

         Cuando oyó los pasos de Koo bajando por las escaleras respiró hondo un par de veces antes de voltearse y mostrarle una sonrisa.
―¡Junhoe! ¿Ya te vas? Estoy preparando un jugo tropical alto en vitamina C, ¿quieres probar?
―Lo siento, debo ir a la oficina inmediatamente, pero gracias por cuidar tan bien de papá.
―Es lo que la gente hace por las personas que ama.
―Gracias.

        JunHoe se marchó, estaba tranquilo dejando a Jinny en compañía de YunHyeong y DongHyuk.

        Mientras él lidiaba con todo el problema en la empresa, las horas pasaron volando.

       Jinny por otro lado, estaba en la cocina siendo consentida por el par, entusiasmado por que soltara el chisme completo de cómo fue que las cosas terminaron así.

       La rubia extendió el brazo hacia el pote de helado y Song le alcanzó una cuchara. JinHwan suspiró. Al parecer no tenía escapatoria.
―Ya que sabes que será niña, ¿qué nombre piensas ponerle?

        DongHyuk estaba muy emocionado.
―¿Vas a ponerle el apellido de JunHoe o el tuyo?
―Aún no lo sé ―Jinny apartó el envase medio vacío.

     Ante el silencio de ambos, decidió aclarar el asunto.
―No sabemos lo que nos depara el futuro, en realidad no quiero emocionarme y luego... Que todo salga mal.

        DongHyuk miró de reojo a Song y este hizo lo mismo, reconociendo que JunHoe tenía razón y fuera cual fuere la pérdida, JinHwan sufriría de igual modo.

         JinHwan no volvió a ser él mismo, sino hasta las diez de la noche cuando debió haber cambiado al mediodía. Se sentía un poco culpable por el par de chicos que se turnaban para acompañarlo por si sufría nuevamente un cambio doloroso.

       A decir verdad, no sabía si era por el hecho de que sabía de los sentimientos de Song o porque en realidad la chica era desagradable pero, no le gustaba la novia de DongHyuk.

       Era una modelo de la misma empresa donde trabajaba y durante la cena la última vez pareció agradable porque no había hablado lo suficiente. Pero durante ese día, había atosigado a su amigo con innumerables llamadas y un comportamiento un poco dependiente. Él tuvo que aclararle en varias ocasiones que estaba con unos "amigos" y ninguna "amiga".

Cinderella _ ||JunHwan|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora