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         A Koo le costó encajar la llave en la pequeña abertura, esta se le había caído, la levantó y maldijo cuando se le volvió a escapar de las manos. Jinny se sobresaltó al oír la voz rasposa del menor; después de las seis de la mañana, tras despertar creyendo oír a Junhoe llegar — cosa que solo fue parte de su imaginación —, fue a sentarse en la sala con una taza de café y en algún momento se debió haber quedado dormido nuevamente. Le dolía el cuello por la incómoda posición, la televisión frente a él estaba encendida pero en mute, podía verse en ella el noticiero matutino.

          JunHoe se detuvo al ver a la versión femenina de su amigo allí, al principio sorprendido, hasta que Jinny abrió la boca.

— ¿Dónde estabas?

          Koo reaccionó finalmente desviando la mirada y riendo con ironía.

— ¿Qué demonios? — Se humedeció los labios y encaró al mayor — Suenas como si fueras mi esposa.

— No evadas mi pregunta.

— ¿No querías que dejara de contarte mis asuntos?

          Lo había callado con eso, Jinny se mordió el interior de la mejilla mientras exhalaba el aire por su nariz con molestia, JunHoe aprovechó su silencio para escabullirse.

          La tensión entre ambos se sentía en el ambiente, ambos estaban esperando mínimo una disculpa por parte del otro. Decir que YunHyeong estaba preocupado era poco, más luego de que el par de amigos se la pasaba evitando al otro y si intercambiaban palabras era solo para empeorar la situación.

          JinHwan parecía ser el más afectado con toda esa situación. O al menos eso pensaba Song debido a que pasaba más tiempo con él que con el pelinegro, por eso intentó animarlo llevándolo a desayunar con DongHyuk. Aunque realmente empeoró las cosas porque cierto pelirrojo se auto-invitó a la mesa cuando los vio allí.

— De verdad ese corte de cabello es de muy mal gusto —. Criticó HanBin, mientras Jinny dejó estruendosamente su vaso sobre a mesa, mirando con rabia hacia YunHyeong quien había tenido la idea de llevarlo allí en primer lugar, este observó con molestia hacia DongHyuk quien sonrió avergonzado formulando un "lo siento" solo con los labios.

          Kim soportó a aquel chico por dos horas, las cuales fueron eternas, afortunadamente una llamada entrante le dio la excusa perfecta para ir al baño a contestar, pero en realidad solo salió del local dispuesto a largarse de allí o sentía que explotaría. Todo su humor se veía afectado por aquella discusión con su mejor amigo, y la racha apenas comenzaba cuando contestó la llamada de aquel número desconocido.

— ¿Hola?

— ¿Quién habla? —. La voz femenina hizo que inmediatamente colgara la llamada, era su madre, extrañada porque le había contestado la voz de una mujer.

           Su teléfono volvió a sonar, aprovechó para mandarle un mensaje de texto a sus dos amigos disculpándose y apagó el aparato. Subió al primer autobús que encontró y solo dejó que lo llevara a donde fuera que iba.

            Su pierna derecha empezó a moverse en un tic nervioso mientras se perdía en su propio reflejo en la ventana, empezando a rememorar aquello a lo que más le temía.




          Diez años atrás, en un casino llamado Full House, donde JunHoe perdía sus noches y madrugadas preso de una ansiedad que a Kim se le escapaba de las manos.

— Dos —. Dijo JunHoe, arrastrando la palabra, con los párpados caídos.

— ¿Disculpe? ¿Qué número dijo?

Cinderella _ ||JunHwan|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora