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         Los periodos en los que JinHwan tomaba el aspecto de Jinny había aumentado en los últimos tres meses. Tanto JunHoe como Koo DakHo le habían hecho creer al rubio que este había estado mejorando de salud con la ayuda de Gackt y Yasu.

         La primera vez que JinHwan oyó los latidos del corazón del bebé en una de las citas médicas casi lloró. Una extraña sensación de anhelo lo había invadido y al mismo tiempo se sentía aterrado.

       JunHoe había organizado todo, los papeles de matrimonio falsos y un álbum de fotos de la panza de Jinny cada mes junto con todos los estudios archivados.

        Ambos estaban echados en el sofá mirando una película sin verla realmente.
―No abriste los regalos de DongHyuk ―murmuró JunHoe acariciando la cabeza ajena.

       La piel de JinHwan se veía diferente, estaba más radiante que nunca, en cambio Jinny se veía un poco demacrada por las náuseas y ojerosa por las noches en vela.
―No quiero ilusionarme, no quiero emocionarme antes que nazca.

       JunHoe comprendía cómo se sentía. JinHwan estaba creando un muro para no resultar herido si el desenlace resultara ser negativo.
―Ella está saludable y tú también ―intentó animarlo.
―Incluso si es así, si tu padre repentinamente sufre de alguna complicación, renunciaré a ella para que él sobreviva. Por eso no quiero encariñarme.

       JunHoe se sintió terriblememte culpable por ocultarle la verdad y soportó esa amarga sensación los siguientes cinco meses. Para ese entonces llevaba tres meses enteros sin ver la apariencia masculina de su novio y trataba de manejar su relación con Jinny lo más cuidadosamente posible para no generar en él nuevamente inseguridades acerca de sus verdaderos sentimientos.

         Paralelamente, BonHwa se encontraba en el hospital, observando al hombre que amaba desde el otro lado del ventanal. Apretó los puños con impotencia y contuvo las lágrimas.

          "Ya fue  suficiente" ―pensó con rabia y salió de allí con un profundo odio aflorando dentro de todo su ser.
Una vez dentro del taxi, respiró hondo e hizo una llamada.

          JunHoe, en ese preciso momento se encontraba en la oficina. Había recibido un mensaje de texto bastante preocupante y fue directo al estacionamiento.

            Justo cuando alcanzó a desbloquear su auto, dos hombres salieron de entre los vehículos estacionados en la hilera paralela a este.

        Los tipos tenían un aspecto de matones y uno llevaba un bate de béisbol de acero.
―Koo JunHoe, nuestro jefe quiere hablar con usted.

          JunHoe apretó los dientes, no tenía tiempo para eso, miró en dirección a las cámaras de seguridad del estacionamiento y notó que estaban rotas. ¿Qué se suponía que hacían los hombres encargados de mirar las cámaras?

          Pelear era inútil, podría resultar gravemente herido y dadas las circunstancias, era lo que menos necesitaba su novio en esos momentos. Fue acompañado por los hombres hasta su propio vehículo en el asiento trasero y uno de estos manejó mientras el hombre a su lado apretaba un puñal contra su costado izquierdo.

         Conforme iban avanzando, reconoció el camino. Tenía que ser una broma.

         El jardín alrededor del sendero de entrada estaba como siempre, perfectamente cuidado y la imponente mansión también lucía igual que siempre. Conocía cada maldito pasillo de aquel lugar, bajó del auto y fue recibido por los mismos rostros de la servidumbre que caminaba de un lado a otro haciendo sus quehaceres domésticos.

Cinderella _ ||JunHwan|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora