Cinderella _ ||JunHwan||

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        Efectivamente, Yasu tuvo razón sobre la coincidencia con el horario de cambio.

       JunHoe por su parte, había tachado algunos nombres de la lista que había hecho luego de reunirse con algunas de ellas y mandarlas a investigar en secreto.

– ¿Por qué tan formal? –. Preguntó el menor, ese martes, viendo a JinHwan vestir un pantalón negro y una camisa bordó.

       Se acercó para ayudarlo a prender los botones de su muñeca sin la necesidad de que el mayor se lo pidiera. JinHwan, al ver a su amigo con shorts y sudadera, arrugó la nariz.

– No quiero que tu padre piense que le estoy faltando el respeto, se supone es una ocasión especial.

– No durarán, Jinan.

– Cámbiate –. Ordenó con seriedad.

       El mayor sabía que su amigo le había robado la novia a su propio padre, más de una vez. El señor Koo siempre había sido amable con él, incluso cuando pasaba días y noches enteras en la casa de los Koo en su adolescencia. Ese hombre se sintió más como un padre para él que el que compartía su sangre. JinHwan estaba muy agradecido con él, y también con la señora Koo.

– ¿Por?

– Porque yo lo digo –. Se cruzó de brazos y lo amenazó con la mirada.

       JunHoe quería ahorrarse un sermón por lo que obedeció sin replicar. Esa mirada tenía una gran influencia sobre él, ¿cómo lo hacía?

       Luego de vestir de forma adecuada para la ocasión, – según JinHwan – se encaminaron hasta el Audi R8 color negro de dos puertas que se encontraba estacionado al cruzar la calle. JinHwan se sintió en libertad de cambiar la estación de radio mientras JunHoe conducía. Al mayor le gustaba ver por la ventana cuando estaba con Koo, confiaba plenamente en su juicio al momento de conducir.

        La mano del menor sobre su regazo hizo que volteara a verlo, le dio un ligero apretón por encima de la rodilla antes de apartar de nuevo su diestra hasta colocarla sobre el cambio.

– Si llegas a sentir algún malestar sólo patéame bajo la mesa y te sacaré de allí, ¿entendido?

– Te preocupas demasiado.

        Intercambiaron una fugaz mirada, con la que JunHoe lo decía todo.

"Es lo menos que puedo hacer"

        JinHwan apoyó una mano sobre la de JunHoe, que permanecía sobre la palanca de cambio. Un gesto con el que el mayor lo decía todo.

"No pienses demasiado en ello"

       Ambos, con la vista al frente, sonrieron para sí mismos. Ese era el tipo de sincronía que hacía especial su relación.

       El dueño de la casa los esperaba frente a la puerta principal. Saludó a su hijo con un abrazo y a JinHwan con jovialidad. Los hizo pasar informándoles sobre el retraso de su pareja.

– Tuvo que pasar por la universidad, pero pronto estará aquí.

– ¿Es maestra? –. Se interesó JinHwan.

– Prefiero esperar a que llegue y conteste sus preguntas, si yo lo hiciera ahora, ya no habría tema de conversación.

       JinHwan aceptó esa respuesta, pero en cambio, JunHoe solo pensaba en los puntos que le restaba a su primera impresión esa impuntualidad.