Rechazó III

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"Y lloro
Baby, te juro que me siento solo
Y aunque a veces a la noche te imploro
Que vuelvas porque ahora me siento solo
Aunque a veces tomando no la aguanto
Y me dice que no será pa tanto
Y yo intentando contener mi llanto
Haciendo como que no duele tanto"

Cómo poder explicar el dolor en tu pecho, cuando estás tranquilo y de la nada las lágrimas vuelven a atacarte, te contienes acurrucándote más en aquella cama, pero no lo logras, tus quejidos se adueñan del silencio, sientes como alguien entra a la habitación y te abraza, consolándote, acariciándote la espalda "tranquilo bebé, ya pasará.. aquí estoy" te dice esa voz con tanto amor le devuelves el abrazo y te sientes tan chiquito esa persona no te suelta.

Despiertas un poco desorientado todo esta en completa oscuridad, menos aquella pequeñita lámpara alumbra un poco, no sabes qué horas son, te sientes vacío pero no tienes hambre, te levantas tembloroso de la cama entras al cuarto del baño, vomitas pero todo lo que sale de ti es bilis, tu boca se llena de esa amargo sabor, te sobas el estómago sientes la arcada nuevamente y expulsas líquido amargo, llevas así unos días desde que llegaste a esa casa, no quieres  preocupar más a tu salvador, aunque le hiciste prometer que negaría tu paradero, en caso que lleguen a preguntarle de ti.... lo prometió... no dirá nada.

Pasaron varios días, por fin te animas a salir un poco al patio a tomar sol, a comer un poco aunque cada bocado que entra a tu sistema vuelve a salir, te niegas a ir al doctor.

Dos meses que estás allí,  tu cuerpo duele, los escalofríos te atacan, la angustia y el temor la rabia e ira, amor, extrañes... ¿amor?... Sentimientos que llegan a tu cuerpo a lo largo del día todo eso lo sientes por el lazo que tienes con Derek, te desconcierta los dos últimos, te sientes en una espiral pero tomaste ya una decisión... decisión que cambiará por completo tu vida... y la de Derek... Te auto convences que es lo correcto, te lo repites una y otra vez.

Esperas hasta que te encuentras solo, notas el auto de Melissa perderse al final de la calle... ella a la única en quien pensaste que te ayudaría y no falló y nunca te ha fallado, desde que ella peleó por ti de niño y te acogió en su casa, la quieres como una madre y ella te quiere como un hijo, te brindo todo a manos llenas sin pedir nada a cambio.

Bajas un poco presuroso las escaleras, te sudan las manos, caminas en círculos mordiéndote las uñas, observas aquel aparato que está empotrado contra la pared, te repites otra vez que lo que vas a hacer es lo correcto, suspiras, sacudes todo tu cuerpo, dándote valor es hora

- ¡¡vamos Stiles no te acobardes!!— dices...

Descuelgas el teléfono marcas ese número que tenías en esa hojita en tu pantalón

- clínica Anti-marca en que podemos apoyarle

- y-yo yo..— te tiembla la voz

- ok tranquilo yo entiendo... ¿necesita una consulta?

- si...— susurras bajito como queriendo que nadie te atrape

- muy bien su nombre por favor

- Stiles Hal-le no perdón, Stilinski... Stiles Stilinski— sacas por completo ese suspiro que contenías..- quisiera programar una cirugía para remover mi glándula...— listo lo dijiste... ya esta

Del Odio con amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora