Capítulo Veintitrés

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The trio is back.

Días atrás...

Trevor

Abrazo mis rodillas mientras busco como calmar el dolor que cruza por mi cabeza, mi mente ruega que mis ojos hayan malinterpretado todo, que no sea verdad. Al caminar donde se encuentran las gradas para terminar algunas tareas, pude ver lo peor. Ryan estaba con una chica, y no sería la primera vez que se le acerca una, pero mis ojos captaron cada movimiento.

La observo fijamente...

Sonrió...

Y finalmente la beso de golpe....

Me quede observándolos por un rato mientras se besaban, hasta que él me volteo a ver, y sentí que el mundo se iba al carajo. No me gusta sentirme inseguro, pero, ¿Por qué ella?

Supongo que ser un chico gay saliendo con un hombre bisexual no resultaría tan fácil. Realmente pensé que podía durar años con él, o que al menos me amaba.

Siempre amará más a las niñas, acéptalo.

Mi celular suena en el bolsillo indicando que alguien está llamando, con las manos temblorosas veo el nombre de Ryan en este. No puedo hablar con el ahora, es lo menos que quiero.

Me levanto y salgo del baño dirigiéndome al auto, estando casi a mitad de estacionamiento escucho mi nombre a lo lejos.

–¡Trevi! –me volteo lentamente y él se para en seco.

No le doy ni un poco de tiempo cuando decido comenzar a caminar al auto ignorando sus llamados.

–¡Trevi! ¡espera! –dice a mis espaldas.

–Tienes exactamente cinco minutos. –digo limpiando mis lágrimas.

–Lo siento ¿sí? –dice bajando la mirada—últimamente...me he sentido confundido sobre lo que soy.

Lo observo fijamente mientras mis lágrimas no paran de caer.

–Está bien que te sientas confundido, lo entiendo –digo acercándome más a él— lo que no puedo entender es por qué te besas con una chica en lugar de hablarlo conmigo. –digo y el me observa dolido.

–Trevi...–dice, pero lo corto rápido.

–Cuando te sientas seguro de ti mismo, búscame, mientras tanto, no quiero que te me acerques –me doy la vuelta y comienzo a caminar.

Al llegar al auto lo veo correr hacia mí y me subo rápidamente, lo enciendo y me largo dejándolo atrás. Al llegar a la casa no tengo los ánimos para nada, al bajar del auto mi hermana sale corriendo a recibirme con un abrazo.

–¡Tontín! –dice sonriéndome.

–Hola princesa –digo forzando una sonrisa.

–¿Estas bien? –pregunta confundida– ¿Por qué llorabas?

–Ya se me pasara, solo estoy...estresado. –digo caminando con ella.

Mi mamá se encuentra en la puerta observándome fijamente, y luego le sonríe a mi hermana.

–Cariño, tengo que hablar de algo con tu hermano, ¿puedes dejarnos a solas? –dice agachándose a su altura.

Mi hermana asiente y sale corriendo escaleras arriba.

–Sabes que a mí no me puedes mentir –dice acercándose a mí.

Mis ojos se llenan de lágrimas y la abrazo fuerte.

Una Nueva VisionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora