Capítulo Veinticuatro

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Encuentros anónimos... ¿o no tanto?

–Los chicos que están entrando, puedes darle las pulseras VIP por favor –digo colocándome la gorra.

–Con gusto señor, ¿a qué nombre? –dice el muchacho a mi lado con una sonrisa.

–Arthur –digo colocándome una chaqueta con capucha.

El chico asiente mientras desaparece de mi vista, me tomo el ultimo trago de mi whiskey y bajo las escaleras y me dijo a la barra. Busco el lugar donde mi presencia no sea llamativa y saco mi capucha.

Tengo que cortarme un poco mi cabello, y pintarlo rubio nuevamente, si pretendo tenerla cerca de mí, tengo que verme mucho mejor. La observo entrar con Amanda y un chico que no se quien es, su cabello es un tono rojizo, el color de sus ojos no se puede distinguir debido a la luz, pero se ven algo claros. Astrid observa todo a su alrededor con mucha curiosidad mientras camino junto a ellos.

Astrid

Observo todo con mucho detalle mientras camino de la mano con Trevor y Amanda. En definitiva, necesito venir a esta disco más a seguido, no es que sea una fiestera, pero me encanta lo elegante que se ve.

–Señoritas, bienvenidas –dice uno de los trabajadores sonriendo– el señor Arthur me mando a entregarles pulseras para el espacio VIP –dice dándonos una a cada uno.

Agradecemos y nos echamos a reír rápidamente, para después irnos a la pista a bailar un rato. Los tres nos movemos al ritmo de la música que suena por los altavoces mientras reímos y hablamos.

Luego de pasar al menos unos 20 minutos bailando, nos dirigimos a tomar alguna bebida y como siempre Amanda ya está un poco ebria.

–Dios mío cálmate –digo riendo con ella.

–Es que míralo como baila –comienza a reír nuevamente.

Observo al pobre chico que intenta estar al mismo ritmo de la chica.

Trevor desaparece en cuestión de segundos y lo busco con la mirada hasta que lo veo subir las escaleras del VIP. Agarro mi trago y camino con Amanda de la mano siguiendo a Trevor, Amanda me quita la bebida de las manos y intento tenerla de vuelta, pero ella muerde levemente mi mano.

–¡Ey! –digo mirándola mal.

–Las dos parecen alcohólicas –dice Trevor sentándose en una de las sillas del bar.

Observo el área despacio y en segundos veo a Amanda con otro trago.

El mesero me da una margarita y yo le sonrío en forma de agradecimiento

–Lo invito yo –dice guiñándome un ojo.

Oh wow.

Luego de unos minutos le digo a Trevor que voy al baño y bajo en busca de uno. Entro en un pequeño pasillo, al caminar y ver mi celular choco con alguien y rápido me disculpo.

–Discúlpame, no me fije. –digo bajando para agarrar mi celular.

–No es necesario, fue mi culpa –dice el chico con capucha tendiéndome el celular.

Debido a la oscuridad no puedo ver bien su rostro, por lo tanto, le sonrío y me despido.

–Bueno, adiós –digo pasándole por al lado.

Al llegar al baño me meto a orinar y al salir retoco un poco mi maquillaje. Luego le mando un mensaje a Trevor avisándole que me quedare un rato en la parte baja. Voy a la barra y pido una cerveza y observo como la gente baila, algunos solos, otros acompañados de alguien. Me distraigo cundo el celular suena indicando yn mensaje.

Una Nueva VisionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora