capitulo catorce

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El abuelo


Siento alguien moverse a mi lado y colocar una mano en mi cintura. Abro los ojos despacio acostumbrándome a la luz del sol que se cuela por las ventanas.

Miro a mi lado encontrando a un Ashton dormido, se ve tan inocente. Agarro mi celular mirando la hora y veo que son las diez de la mañana, me levanto mientras busco mis zapatos en un intento fallido.

–¿Me vas a abandonar? –dice Ashton desde la cama—quédate.

–Tengo que irme, mi mamá se va a preocupar –digo mirando la hora.

–Astrid, tu hermano le aviso ayer. –dice el achinando los ojos, sacándome una sonrisa.

–Está bien, al menos déjame preparar el desayuno –digo y él asiente.

Ya en la cocina me dispongo a hacer unos pancakes, mientras canto la canción cardigan de Taylor Swift.

 When you are young, they assume you know nothing–canto mientras vierto la mezcla en el sartén.

–Que hermosa –dice Ashton sacándome un grito.

–No me asustes así, idiota. –digo rodando los ojos.

Lo siento ponerse de pie mientras rodea la mesa y me abraza por la cintura. Besa mi cuello delicadamente y siento un calor en mi entrepierna. Se separa de mi mientras se prepara un café, mientras yo me quedo inmóvil.

–¿Estas bien? –dice el bien maldito sonriendo.

Obvio –digo rodando mis ojos, dispuesta a servir el desayuno.

Ambos nos sentamos en la isla y comemos en silencio, para nada incomodo, siento su mirada en mí y la levanto para comprobarlo y si, Ashton me está observando.

–¿Tengo algo? –digo tocándome alrededor de la boca.

–No, solo estoy admirándote –dice sonriendo.

Sonrío mientras me pongo de pie para lavar mi plato, y también para disimular mis mejillas rojas. Luego de desayunar Ashton decidió llevarme a casa, donde encontré a mi abuela sentada en el sofá.

–Hola –digo mientras la abrazo.

–Hola mi niña –dice ella sonriéndome– ¿y tu novio?

–No hay novio abuela –suelto una risa– solo estoy disfrutando.

–Muy bien, lo estás haciendo bien preciosa –dice ella levantándose de su lugar para abrazarme.

–¿Me ayudas a preparar algo de comer? –pregunto con una sonrisa.

–Claro que si mi niña, sabes que siempre te ayudare –me sonríe mientras caminamos a la cocina.

Busco los ingredientes para hacer una buena pasta de camarones mientras mi abuela va echando todo en la olla. Mi abuela siempre tuvo el sueño de ser una de las mejores chefs que pudo haber en la familia, y aunque no pudo cumplirlo, sé que es la mejor cocinera que he podido conocer.

–Abuela –la llamo y ella rápidamente me mira— ¿aun quieres abrir tu restaurante?

Ella se sorprende y sonríe antes de hablar;

–Sabes que nunca se me ira ese sueño mi niña –dice para después volver su vista a la comida.

Sonrío mientras me dispongo a preparar todo junto a ella, disfrutando cada momento que paso junto a ella.

–Quedaron de maravilla hermana –dice Lis con la boca llena.

–No se come con la boca llena muchacha –mi abuela la reprende y yo me hecho a reír—lo mismo para ustedes tres –nos señala a nosotros.

Una Nueva VisionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora