Capitulo Veintidós

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Charlas en el auto.

–Tienes que ser realista estrellita. –dice riendo—acéptalo.

–No pretendo compartir esa misma opinión. –digo cruzándome de brazos.

Nos encontramos en el auto, decidimos venir a la playa luego de comer algo. Observo las olas chocar con las piedras y decido bajarme rápidamente, no son antes quitarme los zapatos.

Escucho a Ashton bajarse y comienzo a correr en dirección al agua. Para mi sorpresa Ashton me levanta y corre conmigo al agua mientras ríe.

–Me encanta pasar tiempo contigo –dice dándome un pequeño beso.

–A mí también me gusta. –digo sonriéndole.

Luego de unos minutos salimos del auto y agradezco que Ashton tenga ropa demás en su auto. Se quita la camisa y no puedo evitar quedarme embobada viendo su abdomen marcado. Luego de unos minutos estamos de camino a la casa.

Ashton

No puedo evitar pensar lo bien que se ve con mi camisa puesta. Su vista esta clavada en la ventana, observando los árboles y algunas casas que hay. Luego de unos minutos no aguanto la espera y me estaciono en un lugar donde no se vea tanto tránsito.

–Me tienes loco, no puedo más. –digo atrayéndola a mi para besarla.

Agarro su mentón mientras mi mano se escabulle por debajo de la camisa. Mis dedos acarician ese punto sensible sobre la ropa interior haciéndola gemir levemente. No pretendo controlarme como lo hice la primera vez que la toqué. Suelto un leve gruñido al sentir su humedad en mis dedos, está preparada para mí, no hay duda de eso.

–Vamos, solo te he besado ¿y ya estas mojada? –digo dejando besos húmedos por su cuello.

Acelero mis movimientos mientras con mi mano libre la agarro de la cintura atrayéndola más a mí.

–No solo me has besado Ashton. –dice cerrando sus ojos.

–Necesito estar dentro de ti. –susurro en su oído—no aguanto las ganas.

–Nadie lo impide Ashton. –suelta entre gemidos.

–Vete a la parte trasera. –digo bajándome del auto.

Abro la puerta metiéndome dentro del auto, al cerrar la puerta sin pensarlo la vuelvo a besar de nuevo pero esta vez sin ninguna delicadeza. Meto una de mis manos por debajo de la camisa hasta llegar a su ropa interior, sin pensarlo la arranco haciendo que se rompa.

–El que rompe paga –dice ella entre besos.

–Te comprare las que quieras –digo volviendo a besarla.

Con mi mano libre comienzo a levantar su camisa para quitarla. Ella me ayuda a que el proceso sea más rápido y luego comienza a dejar besos en mi cuello. Suelto un suspiro mientras la acomodo encima de mí. Dejo un camino de besos hasta llegar a sus senos, desabrocho su sostén con un poco de prisa. Comienzo a besar sus senos con un poco de delicadeza y succiono uno de ellos creando una pequeña marca rojiza.

Necesito sentirla.

Astrid no para de soltar gemidos y eso hace que me motive a mucho más, muevo mis dedos dentro de ella, mientras con una de mis manos la agarro para besarla. Sus labios pueden volverse una tentación en cuestión de segundos, y eso es justamente lo que me pasa a mí. Y no solamente hablo de su fisco, la química que comparto con ella es muy fuerte, tanto que hay veces que se me hace difícil alejarme de ella. Su cuerpo aclama por más y comienzo a desabrochar mi pantalón un poco desesperado y me inclino a a parte delantera en busca de un condón, hasta que me doy cuenta...

Una Nueva VisionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora