Capitulo Veintiocho

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Esa noche.

Termino de colocar las cosas que me faltan dentro de la última caja y salgo con ella de la habitación. Mikaela se encuentra sentada con su vestido negro largo observándome con mucho interés, la observo con una cara sospechosa y luego una risa sale de mi bica.

–No me gusta la idea de que se muden a un lugar apartado de la gente –dice ella aun observándome.

–Tienes que acostumbrarte, al menos me podrás visitar. –digo sentándome a su lado.

–promete que al menos saldrás conmigo –dice abrazándome.

–claro que sí. –digo sonriendo.

Saco las cajas a la camioneta que nos prestó Mikaela y acomodo todo de modo que hay espacio. Termino de acomodar las últimas dos cajas y me dirijo a cerrar la casa y darles las llaves a sus nuevos dueños.

–Muchas gracias –dice una señora de al menos unos 60 años.

–Gracias a ustedes. –digo despidiéndome y subiéndome a la camioneta.

En esa casa deje atrás todos los recuerdos.

En esa casa deje parte de mi pasado.

En esa casa deje a la niña insegura de si misma.

Decido no volver a pisar este vecindario, he crecido aquí, pero aun así no pienso volver aquí jamás. Dejare todo atrás, y me estoy repitiendo a mi misma que todo estará mejor en la nueva casa, las cosas funcionarán mejor.

Construiré una mejor versión de mí.

Al llegar a la nueva casa me bajo rápidamente y me dirijo a donde se encuentra Jacob acomodando unas cajas que trajo en su carro. La casa es un color grisoso y tiene algunas flores en el patio delantero, tiene un pequeño balcón con una hamaca como en walk to remember. Tiene un jardín a la parte de atrás bastante extenso.

–Hola peque –dice abrazándome—hola, Mika.

Ella lo saluda con la mano recostada en la camioneta.

Subimos las cajas, al entrar unas paredes blancas nos reciben y el lugar por obvias razones está vacío. Coloco algunas cajas cerca de las escaleras, miro el lugar y me siento ajena a todo. Suelto un suspiro subiendo las escaleras con una de las cajas, entro a lo que va a ser mi habitación y acomodo las cajas en una esquina.

Luego de al menos unos 30 minutos me encuentro terminando de acomodar algunos recuerdos en mi mesita de noche. Miro mi habitación y sonrío por mi trabajo en organizar, me recuesto en la cama. Mi vista se queda fija en el techo y luego de unos minutos mi celular suena indicando una llamada y sonrío al ver el nombre de Ashton iluminando la pantalla.

Hola guapo –digo al responder.

–Hola preciosa ¿tienes planes para esta noche? –pregunta al otro lado de la línea.

Mi plan ahora mismo es ducharme y acostarme a dormir –digo sonriendo.

–¿Deseas que vaya y te acompañe? –pregunta.

Pues... no termino cuando una voz habla.

–Ashton ven, aún queda por divertirnos. –suena una voz femenina.

Me quedo estática y siento como se forma un nudo en mi estomago nada bonito.

–Bueno preciosa, tendremos que posponerlo para mañana. –dice y yo siento mi cuerpo pesar.

Está bien, no hay problema. –digo intentando relajarme.

Sin más que decir cuelga y me quedo en mi lugar como una estatua.

Una Nueva VisionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora