𝐂𝐨𝐧𝐢𝐮𝐦 ⁂ 𝐉𝐨𝐫𝐝𝐚𝐧 𝐋𝐢

Capitulo 18: Abismo

¡CUIDADO: CALIENTE!
Tenga cuidado especialmente sirviendo.

Y no es sopa instantánea.

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𝓦𝓱𝓲𝓽𝓮 𝓦𝓱𝓲𝓽𝓪𝓼𝓱

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Hace 9 meses

Tomo fuertemente su mano mientras salimos del edificio de lucha contra el crimen. Amplio mi sonrisa cuando miro el cielo y puedo ver una hilera de estrellas formar un hermoso camino.

Siento sus dedos apretar los míos con delicadeza. Lo miro esperando ver la misma expresión que yo tengo gracias al hermoso paisaje, pero lo único en lo que me puedo concentrar es en sus ojos que me miran fijamente, con aquel color que se difumina sutilmente hasta perderse en la negrura de sus pupilas.

Le regaló mi sonrisa más sincera y mi risa más delicada. Todo a nuestro alrededor se difumina, dejando a mi alma en un campo extenso dónde habitan las flores más bellas.

Cruzamos el campus, hasta los dormitorios, siendo presas de la desesperación por llegar más rápido, sin dejar de lado aquel sentimiento de paz que me deja su presencia. Abro la puerta para podernos adentrar a la recepción, vacía como siempre, por qué aún que Maverick la atiende, siempre encuentra algo para desaparecer.

No me doy cuenta cuando los papeles se invierten. Al principio parecía que era yo quien arrastraba a Jordan, pero en cuanto llegamos a la bifurcación que dividía los caminos hacia nuestras recamaras, él dio un apretón más fuerte a nuestro agarre y camino en dirección a su habitación.

Los besos comienzan cuando cierra la puerta de su habitación y recargo mi espalda en ella. Arrastra sus dedos sobre mi piel con desesperación, nuestras lenguas se enredan y todo mi cuerpo palpita en deseo. La locura se aloja lentamente en mi conciencia.

Embriagada por su aroma, empujo su cuerpo hasta la cama. Su perfume envuelve cada pensamiento, todo se vuelve fugaz y efímero. La ropa es un obstáculo para todo lo que deseo hacer, comienzo por las primeras capas hasta que me detiene, toma con fuerza mis muñecas.

-Debes ser justa -habla con picardía, rozando con sus labios mi oído- Lo que me hagas te lo hare.

Jalo su cuerpo para que se pueda levantar de la cama. Doy unos cuantos pasos así atrás hasta quedar con la espalda baja pegada a la cajonera. Apega mas su cuerpo al mío para poder despejar la superficie que hay detrás de mí. Toma mi cintura y me deja sobre el mueble.

Mi playera y mi falda quedan en el piso, al igual que sus demás cosas.

Respiro con fuerza, sin aliento. Cada toque me abruma mas que el anterior, sus dedos electrifican mi piel y sus labios dejan un camino de besos por todo mi torso. Mis piernas se cruzan en su cadera y dejo caer mi cabeza hacia atrás por el placer.

-Debes ser justo -jadeo separando su cuerpo del mío- Lo que me hagas te lo hare al doble.

Junto sus labios con los míos, bajando del mueble. Tomo su cara con mis manos a cada costado y arrastro mi boca hasta su cuello. Me detengo súbitamente cuando lo escucho cambiar de género.

Sonrió ampliamente en cuanto nuestros ojos se conectan. Siento un cosquilleo en el cerebro, un recuerdo que quiere emerger, pero no logro retener las imágenes.

-Solo avísame si quieres que sean dos en lugar de uno -anuncio regresando a su cuerpo- O si algo te incomoda.

Mientras las cosas suben de tono, la ropa se pierde en el piso y los sonidos que despiden nuestras gargantas se hacen más intensos. Sobre el sillón, recargo todo mi cuerpo en el suyo, siento un estremecimiento en todo el cuerpo en cuanto la fricción se profundiza.