Conium maculatum o también llamada Cicuta, es el apodo que Jordan le da a White Whitash, por su parecido con la hierba, con su aspecto inofensivo y su naturaleza venenosa.
Donde el amor nace del odio y una noche se convierte en un para siempre. Whit...
Vísperas de año nuevo. Mi sonrisa no se despegada de mis labios ni un solo momento, a pesar de la confusión que surcaba mis pensamientos. Sentía que el año había terminado de la mejor forma.
Para las últimas vacaciones del año, pasábamos algunos días en casa de Dimitri. Una pequeña choza de madera que le habían dejado sus padres para vacacionar. Cerca había diversas actividades relacionadas con la nieve, pero la única que de verdad disfrutaba era el teleférico.
Los únicos que nos habíamos atrevido a subir eran Ian, que se la había pasado arrojando datos innecesarios sobre el lugar todo el camino hasta acá, Dimitri y Sloan. Tanto Jack como Rain, le tenían un pánico extremo a las alturas y para calmarlos se había ofrecido Rachelle.
—Así que tú y Jordan —como siempre Sloan insistía con qué le cuente todo— Pensé que empezarían calmadamente, ya sabes, un café y eso, pero parece que no.
Rain había sido la primera en darse cuenta de las marcas sobre nuestra piel, y también había sido la que esparció la noticia entre nuestros amigos. Era cuestión de tiempo que hicieran una pregunta referente.
—Ni me digas —uso un tono triste, tal vez un poco desesperado. Me recargo en el ventanal del teleférico— No sé qué hacer.
—¿Te refieres a que no sabes qué hacer con semejante deidad? —pregunta Dimitri, en los asientos de enfrente.
La cabina es lo suficientemente pequeña para que mis rodillas choquen con las de él. La vista es particularmente hermosa, las montañas teñidas de un tenue azul cian calientan mi pecho.
—No es eso, bueno no del todo. —uso un tono quejumbroso para dar a entender mi confusión— Me refiero a que no sé qué sigue ahora.
—Necesito más contexto —se queja Sloan y los otros dos asienten.
—Tal vez te podamos ayudar a actuar de una manera más racional —insiste Ian acomodándose los lentes— Si nos cuentas los hechos.
—Si, de acuerdo —suspiro— Eso sería bueno. Verán, pase una noche con Jor, supongo que todos ya lo saben. Pero, no hemos vuelto a hablar, es como si nada hubiera pasado.
—Tal vez no es tan malo como piensas, son vacaciones. ¿Quién tiene tiempo para hablar sobre un acoston? —agrega Dimitri. Lo miró fijamente antes de inclinarme para partir su afro en dos.
Una pequeña carcajada sale de los presentes. Es un momento serio, pero no lo suficiente como para dejar de molestar a Dim. Entre el grupo había una tradición de molestarlo, partiéndole su frondoso afro en dos.
—Si, o tal vez debas darle un poco de tiempo, tal vez no está preparado para algo más —los ojos perlados de Sloan me hacen tranquilizarme.
Tal vez solo fue una atracción física de un momento, un chispazo. No por qué me acueste con alguien significa que debo tener una relación.
—Sabían que aproximadamente el 30 porciento de las personas de nuestra edad se encuentran solteras.
—Ian, a nadie le importa cuántos solteros hay, no aporta nada a la convención —se queja Sloan recargando sus brazos en el respaldo.
—Me refiero a que hay demasiados solteros en el mundo, que importa seguir siéndolo. Además, las mujeres mayores de 40 son más felices solteras.
Ruedo los ojos ante sus datos. Tal vez en otro momento hubiera apoyado su lógica y seguiría prefiriendo estar sola, pero justo ahora me parecía la estupidez más grande, deseo tener algo con Jor y mucho más. Quiero mentir, decir que no deseo estar con Jor románticamente y que me da igual si me trata como alguien más del montón, pero no puedo.
—Li parece agradable. Creo que deberían hablar y averiguar cómo va a ser su relación a partir de ahora —agrega Dimitri, como siempre sus palabras tienen esa basura de "madurez emocional".
—Eso lo sé, lo que no se es como acorralarla para que hablemos. Siempre se escapa, me evita.
—¿Por eso no vino? Pensé que te habías arrepentido, que te había dado miedo invitarla con nosotros.
—Juro que intente hablar con Jor, pero nada. No quería que pasara Año nuevo en la oficina de Brink y estoy segura de que no regresará a casa por sus padres.
Lo poco que sabía de los padres de Li era por las esporádicas llamadas que le hacían y fragmentos de conversaciones con sus amigos. Intentaban apoyar a su "hijo", pero en definitiva lo hacían de una forma hiriente y tosca, que siempre resultaba en Li con la autoestima por los suelos.
—De cualquier forma, ¿A quién le importa si hay una relación o no? Yo sería feliz si tuviera alguien a quien pudiera comerme.
A pesar de lo que se rumorea en la academia, Hunter no ha tenido pareja desde el verano pasado, cuando Erick, un chico cualquiera, la había dejado. Así que llevaba meses con las hormonas alborotadas, aunque claro, Ian no era una opción.
—Tan solo de pensar en que me diera duro contra...
—Slow Hunter —Dimitri corta de tajo su dramatización, con la cara contraída— Si no te enfrías, en cuanto bajemos te aventare a la nieve.
Los chismes de las relaciones de Sloan y Rain eran tema común en el grupo, y aun así Dimitri siempre protestaba ante los arrebatos de las chicas.
—De acuerdo. —se cohíbe en su lugar la castaña— De cualquier forma ¿Que de diferente sería estar en una relación con Jordan? Ni siquiera parece muy afectuoso que digamos.
—Eso no importa Slow, es normal qué White quiera una relación más profunda.
Seguimos el recorrido en silencio, por petición mía. Todo el trayecto me la paso mirando por la ventana el paisaje, pero en definitiva mi mente no está ahí. Mas bien en mi cabeza se reproduce una y otra vez todos los recuerdos de Jor, con esa tenue sonrisa y esos dulces ojos.
Al bajar del transporte lo primero que hago es buscar mi teléfono en mis bolsillos. Abro el chat con la conversación que tengo con Li, en ella se pueden ver varios archivos de Brink que le he enviado y algunos recordatorios. Toco el teclado y escribo.
"Se que esto suena raro, pero cuando me necesites para repetir lo de esa noche, aquí estoy"
Es lo único que pienso enviarle. No soy buena con los mensajes. En un rápido movimiento aprieto en botón de enviar, antes de que me arrepienta y el valor abandone mi cuerpo, el corazón me late rápido ante la adrenalina. ¿A quién le importa tener algo más serio, en tanto podamos pasar un buen rato?
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