𝓙𝓪𝓬𝓴 𝓦𝓱𝓲𝓽𝓪𝓼𝓱
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Hace 7 meses
Con el pulgar empujó hacia abajo el metal plateado, sintiendo en la palma el sonido de la piedra siendo tallada y la chispa enciende una flama que da contra el cigarrillo en mis labios. Aspiró todo el aire que puedo por medio del rollo de papel antes de contener la respiración.
Cierro los ojos, la mandíbula me arde, la nariz no para de gotear sangre por lo que dos conos de papel se entierran en mis fosas nasales y la piel magullada solo me genera un nudo en la garganta indicándome que estoy a punto de llorar.
Suelto todo el aire sintiendo la garganta quemarse, prefiero los pastelitos, me evito el vapor caliente que me ahoga, pero en ese momento no tenía el tiempo ni la paciencia de ponerme a hornear. Paso mis dedos desde mi cuello hasta la mitad de la nuca, donde siento el líquido invadir mi cabello. Se que es sangre así que solo me dedico a limpiar mi palma en la tela de mi pantalón.
Johana de apellido a quien putas le importa, había acorralado a Izis para golpearla entre más chicas, no basto más que ella. Desde que salíamos con Jordan había prometido no lastimar, ni tocar a nadie, y había cumplido, mientras era pateada y molida a golpes por el zapato y los puños de la maldita de Johana.
Gruñó al recordarlo, aprieto con fuerza el encendedor y vuelvo a poner el cigarrillo en mis labios. De nuevo ese sabor amargo inunda mi boca y el vapor calienta mi garganta. Mataría a Johana, la tomaría de esos malditos cabellos teñidos de gris y la arrastraría por toda la escuela hasta que el asfalto arrancará toda la piel de sus huesos.
Muevo frenéticamente los pies, el vacío delante de mí no me relaja lo suficiente para no pensar en diferentes formas de matarla. El humo sale por dónde entro, ni siquiera puedo fumar bien por qué tengo la nariz rota.
Izis las hubiera desmembrado en cuanto la acorralaron, las hubiera molido a golpes hasta que pidieran clemencia. Pero, después de aquel incidente con Jordan, dónde había recibido una cachetada cuando Izis hizo una rabieta. Habíamos prometido no lastimar a nadie más. Izis no sé había podido permitir herir a alguien que quería tanto, por algo que ni siquiera era culpa de Jordan.
Las ganas de vomitar regresan, la maldita sangre sale a borbotones en cuanto las arcadas comienzan. Me tallo la cara, aún con el cigarro entre los dedos, dispuesto a no vomitar más.
Por más que me duela el estómago, prefiero sufrir esto a qué Izi agonice sobre su cama en silencio. La había encontrado tendida, cubierta por los edredones, manchando todo de su sangre.
Agachó la cabeza, recargando las manos sobre el techo del edificio. Mi mano da contra mi nariz cuando siento los dos tapones de papel salir gracias a qué se han llenado lo suficiente de aquel maldito liquido negro que pasaba por nuestras venas.
Los pongo junto con todo el papel lleno de sangre que hay a mi lado. Hago otros dos conos en espera de que se repita el proceso. Debería poner una cubeta debajo de mi nariz en lugar de papel.
Unos brazos pasan por mi cintura, haciéndome levantar un poco la cabeza. En cuanto veo los anillos en sus delgados dedos me relajo, no es alguien que me quiera aventar al vacío, creo. Sus piernas se posicionan a cada lado y su cabeza se recarga ligeramente en mi cuello. Su tacto es suave, tal vez ya lo sabe y cree que me voy a romper.
—Jor —menciono su nombre, y no sé exactamente para que. ¿Llamar su atención, darle las gracias, preguntar si ya se enteró?
Extiende una de sus manos y toma el cigarrillo entre mis dedos. Puedo oír como jala el humo y segundos después lo expulsa al lado de mi oído.
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𝐂𝐨𝐧𝐢𝐮𝐦 ⁂ 𝐉𝐨𝐫𝐝𝐚𝐧 𝐋𝐢
FanfictionConium maculatum o también llamada Cicuta, es el apodo que Jordan le da a White Whitash, por su parecido con la hierba, con su aspecto inofensivo y su naturaleza venenosa. Donde el amor nace del odio y una noche se convierte en un para siempre. Whit...