𝐂𝐨𝐧𝐢𝐮𝐦 ⁂ 𝐉𝐨𝐫𝐝𝐚𝐧 𝐋𝐢

Capítulo especial: San Valentín

𝓦𝓱𝓲𝓽𝓮 𝓦𝓱𝓲𝓽𝓪𝓼𝓱

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Hace 7 meses

Odiaba llegar tarde, pero cuando el universo se ensañaba conmigo, era imposible llegar temprano. Todos los demás profesores habían dado el día libre, y los pocos que daban clases la acortaban, pero no era el caso de Brink.

Corría por los pasillos de la academia dispuesta a llegar justo a tiempo. La música que se reproduce en mis audífonos me motivaba a ir mucho más rápido, saltando y evadiendo gente. Mi respiración agitada y mis manos llenas de libros me impiden avanzar con mayor agilidad.

La canción se para y mi cuerpo es impactado por una fuerza inhumana. Suelto los libros gracias a la fuerza y caigo de espaldas al suelo después de que mi cuerpo da toda una vuelta.

—¡Eres un pendejo! —grito con desesperación, el reloj avanza y yo no— Bastardo idiota.

—No sabía cuánto extrañaba que me llamaras de esa forma —la dulce voz de Jor me llega y pronto lo veo frente a mi extendiendo su mano— Debería molestarte más seguido, como antes.

Tomo su mano para levantarme. El piso esta lleno por mis anotaciones y libros que han quedado deshojados. Dios, me voy a tardar en recoger todo, el profesor no me dejara entrar, aunque le ruegue hincada.

—Tus insultos me prenden —su voz susurrante, tan cerca de mi oído, electrifica todo mi cuerpo. ¿Qué tenia que hacer?— Te ayudo.

Se agacha para recoger las cosas, y quiero seguirlo, de verdad quiero entrar a esa maldita y aburrida clase. Pero...

"Vamos, es San Valentín. ¿A quien vergas le importara si desapareces?"

Tomo sin mucho cuidado todas mis cosas, antes de arrastrar a Jordan por el pasillo.

"Él me provoco"

—¿Qué diablos haces? La clase de Brink esta del otro lado.

Sabia que Brink no le había dado el día a Jor, ese maldito adicto al trabajo no nos permitiría tener un lindo día de los enamorados. Así que el plan es secuestrar a Jor, después convencer al profesor de que fue mi culpa y compensarlo, tal vez con un par de días haciendo trabajo gratis.

—¡Oh no, ni creas! —decreta ante mi silencio, su cuerpo se posiciona frente a mi impidiéndome el paso— Debes ir a tu clase y yo debo ir con el profesor a ayudarle a dar la clase.

Niego sacudiendo la cabeza como una pequeña niña.

—No, no debemos —agrando los ojos intentándolo incitar, si juego bien mis cartas tal vez lo pueda convencer— Esa es la mejor parte.

Sonrió con todos los dientes, con la desesperación reptando por mi piel.

Los libros aprisionados por mi brazo son arrebatados y en un movimiento ágil por parte de Jor, mi cuerpo acaba sobre su hombro como un costal. Me quejo en cuanto empieza su camino hacia la clase. Solo puedo ver su espalda y aprovecho para hacer pequeños círculos con mis dedos sobre su playera en un ultimo intento de tentarlo.

Dos horas después, miraba aquellos pobres girasoles ser estrujados por las manos de una chica, el papel rojo los envuelve con delicadeza y puedo notar algunas gotas de roció resbalar por las flores. Suspiro mirando fijamente el hermoso ramo. ¿Cómo alguien podía tratar de esa forma a tan maravillosas criaturas?

—Como odio San Valentín —refunfuña Hunter, volteo en su dirección recordando que me acompaña— Los chicos lindos me ignoran y las chicas guapas esperan un regalo de alguien más.