Las protegería con mi vida.

43 17 5
                                    

Llegué al portal de casa a una velocidad que ni yo me lo creí. Estaba agotada, me faltaba el aire. Estaba tan nerviosa que notaba mi corazón a toda velocidad. Saque unas fuerzas que no sabía donde tenía y subí las escaleras hacia el comedor de dos en dos. A veces tener una casa de tres pisos no era tan divertido.

Al escuchar los gritos desde la puerta entré dando un portazo. La primera imagen que vi fue a Penni. Se encontraba agachada al lado del sofá y de ese estúpido ordenador que odiaba con todo mi ser. Se sujetaba la mejilla colorada con las manos, intentando retener unas lágrimas que no merecía tener en esos ojos color avellana. Lo segundo que vi fue la espalda de él, mi padre. Agachado, dándole manotazos en el trasero a Lana de una forma que podría tumbarme hasta a mí. Lana gritaba, le pedía que parara, pero él no lo hacía.

- ¡Para! - grité yo con todas mis fuerzas a su espalda.

Pero evidentemente no paró. Intenté cogerle la mano, para que no volviera dar a la pequeña, a lo que mi padre respondió empujándome.
" Por suerte ha dejado a Lana", eso fue lo primero que pensé. Lo segundo fue que parte de mi cuerpo debería de proteger por que sabía que el siguiente golpe vendría hacia mi. Y así fue. Lanzó una patada hacia mi estómago aprovechando que estaba en el suelo indefensa. 

-¿Que has dicho, Abi?- soltó enfadado, para después lanzarme otra patada - no te he oído.

- Para -le susurre, en un hilo de voz que no escuche ni yo misma. Intentaba respirar a la vez.  

-Y tú ¿Quién te crees que eres para darme ordenes? - me señaló con el dedo, al segundo me lanzó otra patada al estómago. No podía dejar de toser.

Después, se giró hacia Lana, que ahora estaba abrazada a Penni. Lloraban ambas desconsoladas. Se hicieron un ovillo cuando mi padre se giró a mirarlas. Ignoré mi dolor como otras veces había hecho e intenté levantarme. Estaba dolorida, si. Estaba derrotada, si. Pero las protegería con mi vida con tal de que no les hiciera daño. Antes de que levantara la mano hacia ellas, volví a intentar frenarle, poniendo mi mano en su pierna. Nunca he sido de pensar rápido, soy bastante impulsiva y ese día me salió caro, por que al intentar frenarle de nuevo la pierna ,volví a llevarme un golpe. Esa vez en la boca. Caí hacia atrás, mareada, notando el sabor a hierro de la sangre. Me había partido el labio. 

- No se cuantas veces tengo que enseñarte quien manda, Abigail - dijo acercándose mucho más. 

Hui, en ese momento me eché hacia atrás con las manos en el suelo mientras escupía la sangre que él me había hecho. No sirvió de nada, obviamente, por que yo estaba mareada e indefensa y él era el doble de fuerte que yo. 

- Iros - grité a las niñas justo antes de que mi padre me agarrara de la garganta y me levantara en el aire. 

Las pequeñas salieron corriendo hacia abajo. Sabía que estaba en peligro, temía por mi vida, sin embargo algo en mi interior se tranquilizo al saber que las niñas estaban bien. Puesto que cada vez que pasaba esto les enseñé a donde tenían que ir. 

Mi padre, gritaba cosas que a día de hoy me gustaría olvidar. Se hacía la victima. 

-Tu y tus hermanas tenéis que aprender a no molestarme- gritó apretando mas sobre mi garganta.

Lancé patadas, puñetazos, intentaba gritar, pero de nada servía. De un momento a otro empecé a ver estrellas en mis ojos. Estaba al borde del desmayo, yo lo sabía y él también pero eso no hizo que parara. Siguió así hasta que se cansó de gritar y me soltó de golpe haciéndome caer al suelo, agotada.

-La próxima vez que me digas como tengo que tratar a mis hijas no seré tan bueno.

Ironías de la vida, se creía que había sido bueno. Quise reírme, pero estaba más preocupada en que el oxigeno volviera a mi cuerpo. Me fui por la puerta cuando conseguí respirar un poco mejor, pero no del todo. Cuando llegue abajo aún seguía tosiendo, mareada y casi sin fuerzas. Inspiré profundo, intentando calmarme. Limpie unas lágrimas que ni sabía que habían salido. 

Entre sueños y pesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora