Violencia

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Al dia siguiente, volví a llamar a mamá tras recibir otra amenaza por parte de mi padre por mensaje. Estaba empezando a desesperarme. Necesitaba una explicación de mi madre. Quería entender por que se había ido tan deprisa. ¿Seguía teniendo en mente llevarnos con ella? Sea como sea me iría igualmente, casi teníamos el dinero para una casa en la ciudad. Pero queria entender que ocurría.

Esa mañana, Tyler volvió a irse. Pero no fue como había pasado durante la semana. Ese día me crucé a Tyler de una forma extraña en el pueblo.

Estábamos Shasa y yo paseando por las calles. Necesitaba desahogarme, por lo que aproveché el momento. Shasa vivía a una calle de la mia, estábamos girando la esquina justamente al mismo tiempo que Tyler. Venía de la dirección de mi casa. Al vernos, me dio un pequeño beso en los labios.

-¿Que haces aquí? - le pregunté.

-Trabajando.

-Pensaba que era en la ciudad. - le miré extrañada.

-Si, pero he vuelto y tenia recados que hacer por la zona. - se le veía un poco nervioso.

-¿Aqui también?

-Yo puedo tener trabajo hasta en la otra punta del país, Abi. - escuché su risa.

Quise saber a que se refería pero no pregunté.

-¿Has acabado ya? ¿Comemos? - les ofrecí a ambos.

Shasa se encogió de hombros callada. Sabía que no le gustaba el hecho de que Tyler guardara secretos pero todos teníamos secretos, no era quien para juzgar.

-Si, justo he acabado. - Tyler se enganchó a mis hombros. - venga, yo invito, hoy me ha salido bien el trabajo y me he llevado beneficios.

Quise volver a entender la referencia, por que joder, entendía que no debía presionarle si él no lo hacia, pero me mataba la curiosidad.

Nos sentamos en el primer bar que vimos y pedimos unas cervezas para los tres.

-¿Entonces eres millonario? - preguntó Shasa de golpe.

-De momento no tengo ese privilegio. - le contestó él.

-Shasa no insistas. - la reñi.

Ella seguía con su tertulia pero Tyler pasó de ella. Se giró hacia mi y puso su mano en mi rodilla. Acariciando esta con el pulgar.

-Estas preciosa hoy. - me susurró con esa sonrisa tan suya.

Me acerqué a besarle, mientras escuchaba como Shasa se quejaba de no se que. Justo antes de poder juntar nuestros labios, escuché la voz de un hombre.

-Ty tío. - estaba demasiado cerca para mi gusto.

Un hombre bastante mayor, canoso, con una barba de haber estado tomando cervezas sentado en el sofá mil años. Podría apoyar el vaso y no se le caería.

Noté la mano de Tyler en mi rodilla en ese momento mas apretada. Se giró a mirarle tenso, de pies a cabeza.

-Ahora no. - le cortó.

-Ty, solo es un momento.

-Ya lo hemos hablado, Jack, pirate. - fue a levantarse enfadado y le frené, poniendo mi mano en su brazo.

-¿Que ocurre? - le pregunté, asustada por la tensión que veía en su cuerpo.

-Tío, dame más tiempo, te juro..

-¡Que te calles! - gritó Tyler, echando hacia él. - como no te largues ahora mismo de aquí, la tenemos.

Por un momento me asusté. No veía a mi Tyler, ese que me hacía sentir segura, en paz. Ese Tyler me estaba generando ansiedad, al pensar que ocurriría algo violento. No podía con más violencia en mi vida. El bar entero nos observaba pero no me importaba. Solo quería al chico que me gustaba, el que era tranquilo, el que se reía conmigo en la cama, el que me abrazaba fuerte. Hacia rato que le habia soltado el brazo por el susto.

Entre sueños y pesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora