El viernes por la mañana mamá llamó dandome la sorpresa de que venía a pasar el fin de semana a casa. Esa misma tarde fui a recogerla a la estación de tren. Conforme la vi bajar del vagon me lance a sus brazos. Las pequeñas me siguieron.
-Como os he echado de menos. - dijo abrazandonos fuerte a las tres.
En lo que bajabamos a casa las pequeñas la pusieron al día del colegio. Después fui yo, que le conté todo. Tanto lo del río, como lo de Tyler.
-¿Y cuando conoceré a ese chico? - preguntó con su mirada pícara.
-Nunca. - mentí. En el fondo deseaba que lo conociera. Mamá calaba a la gente, si Tyler tenía algo oculto, mamá lo notaría.
-Enseñame eso del río que te tiene tan contenta, al menos.
Eran las cinco de la tarde por lo que pillamos algo para comer por ahí y nos fuimos al río. Mientras andábamos en dirección a mi lugar preferido, iba contándole nuestra idea de la cabaña.
-Es increíble Abi. - dijo orgullosa, haciendo que yo quisiera explotar de alegría.
-No es nada. - le quite importancia. - aún queda mucho trabajo por delante.
-Jass - Escuché el grito de Lana a lo lejos, en la orilla. Estaban tirando piedras pero dejó de hacerlo cuando vio a la perra.
-Jasmine. - gritó Penni contenta.
Cuando mamá se giro vi en su cara algo que no me gustó. Era extraño. Parecía como que algo no le terminase de convencer. Supo disimular bien, por que sonrio hacia Tyler y él parecía no notarlo.
Se notaba que venía de correr, venía de nuevo con los sport y la camisa negra ahora térmica.-Hola Lisa. - dijo sonriente. No se lanzó a darme un abrazo, ni intentó hacerme la puñeta como de costumbre. Miró a mi madre extrañado.
-Hola, soy la madre de Abi - dijo extendiendo la mano - me llamo Baby.
-Yo soy Tyler.
-Lo se. - respondió ella.
-¿Lo sabes? - Tyler me miró a mí. Mis mejillas empezaban a quemarme.
-No te lo creas tanto. - bromee - le estaba contando lo de la cabaña.
-¿Qué le parece? - le preguntó con educación.
-Sé que a Abi le hace feliz y eso es lo que necesita.
Le di un codazo al escucharla, no quería que se fuese de la lengua.
-Bueno chicos, será mejor que yo me vaya a casa, estoy cansada del viaje.
-Voy contigo. - le dije.
-Tranquila, tómate el fin de semana libre, cariño. Yo me llevaré a las pequeñas a casa.
-¿Segura? - le pregunté.
En el fondo sabia que lo hacia para que estuviera a solas con Tyler. Y yo no quería dejarla sola con mi padre durante mucho tiempo.
-¿Fin de semana libre? ¿Significa eso que Abi no tendrá ninguna obligación? - preguntó Tyler.
-Claro, ahora estoy yo en casa. Sal cariño, diviértete, haz cosas de tu edad. - dijo ella.
-Como tener una cita con un apuesto chico. - dijo Tyler entre dientes.
Me reí, sabía que iba a sacar el tema. Conforme mi madre se fue, él se giro a mirarme curioso.
-Olvidate. - le dije yendo a la mesa a sentarme.
-No tienes ninguna excusa ¿Que te frena?
Nada, esa era el problema. Que nada me frenaba y era yo la que tenía que darle al freno de mano para parar. Sabía que si iba a esa cita podían pasar cosas. Y por mucho que lo deseara, seguía pensando que no podía.
De golpe Tyler colocó sus manos al lado de mis caderas, apoyadas en la mesa. Haciendome sentir acorralada de nuevo.
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Entre sueños y pesadillas
Storie d'amoreAbigail Jensen siempre se ha sentido atrapada como en una jaula. El maltrato constante de su padre hizo que dejara de brillar. Solo brilla cuando la ves cocinando o hablando del mundo, del rio de su pequeño pueblo. Eso hace que Tyler Smith llegue a...