➥ HELL'S KITCHEN % seungin.

treinta y dos

— TREINTA Y DOS: CORTE.

para la tarde, el equipo ganador ya había regresado. tuvieron poco tiempo para descansar antes del servicio de la noche, pero los otros estuvieron peor, entre el castigo y la preparación de las cocinas.

todo comenzó relativamente bien, nada fuera de lo común. felix tuvo nomás algunos problemas para agarrar el ritmo con la cocción de las carnes, pues también tenía que encargarse de la estación de pastas.

a quienes sí se les comenzó a complicar llegando a la mitad de la noche fueron a chenle y hyunjin, aunque seungmin y changbin tampoco estaban en su mejor noche. todos estaban comenzando a cometer errores cada vez más graves, tanto por lo que significaban en sí -como entregar platos mal hechos o errar en su punto-, como por lo bobo que eran. eso los estaba frustrando, llevando en una espiral de enojarse ellos mismos por errar y seguir errando por no poder despejar la mente y centrarse en hacer bien lo siguiente.

así fue como chenle terminó errando en prácticamente todos los risottos que intentaba despachar.

a yoon no le sentó nada bien que los últimos participantes, quienes se suponía que son los ocho mejores de los cientos que hicieron casting y que competían por ser el jefe de cocina de uno de sus propios restaurantes, dieran un servicio tan lamentable.

—¡hwang!— gritó el chef, no sólo llamando la atención del chico, sino que de todos los participantes y hasta algunos de los comensales que esperaban en el comedor. hyunjin se acercó, sabiendo ya que no sería nada bueno. —¡¿qué es esto, esto es lo que pretendes servir en mi restaurante?! ¡¿una sopa de arroz?!— gritaba, revolviendo el intento de risotto acuoso con el tenedor.

—no, señor— negó, decepcionado de lo que había entregado y muy frustrado.

en la cocina, intentaban no distraerse tanto con los gritos y seguir cocinando, para no ser ellos los siguientes en entregar algo que hiciera enojar al chef. era difícil, incluso los de la otra cocina estaban más concentrados en cómo el chef se veía más enojado que nunca, que en su propio trabajo.

—¡hay niños hambrientos en el mundo que no se comerían esto ni aunque les paguen!— yang escuchaba desde la otra cocina, levantando la mirada de vez en cuando para ver por el pasillo que conectaba ambos lados. —¡zhong!— casi con miedo, el chino volteó hacia el enojado hombre, que le hacía señas con el dedo para que se acercara. —allá afuera hay una embarazada, zhong ¿y que le serviste? ¡pollo crudo! ¡pollo crudo, y a una embarazada!— no podía ni alzar la vista, sabía que era inaceptable entregar comida cruda, pero siendo pollo merecía incluso que lo echara en ese instante. —¡deberías agradecer que no llegó a probarlo, e ir a ofrecerle unas disculpas por intentar matarla!—

notó que en serio era enviado fuera de la cocina, acompañado por el jefe de camareros, hacia el comedor. —¡ah, mierda!— volvió la vista rápidamente hacia el frente, al sentir un fuerte ardor en su mano. sangre comenzó a cubrir rápidamente su dedo anular, y de a poco goteaba sobre la tabla, donde cortaba verduras para ensalada.

rápidamente tomó un repasador para hacer presión en su mano y que dejara de sangrar.

—voy con el médico— le dijo a minho, el que estaba más cerca suyo, mientras se iba por la puerta de atrás de la cocina, saliendo hacia el pasillo para buscar un médico cuanto antes. necesitaba al menos que le dieran un par de guantes para poder seguir cocinando.

quería dejar de pensar en el dolor, clavando sus uñas en la palma contraria en un intento de sobrellevar el ardor que le provocaba la mujer que intentaba limpiar la zona. les pidió que fueran rápidos, que le pusieran una gasa o lo que fuera necesario para que él pudiera irse.