8. ¿En qué sentido?

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13 de Diciembre, día emblemático.

Hoy día me levanté temprano para motivar a Miguel a seguir con el proyecto. A pesar de que ayer llegó tarde de la disquera.

Toqué su puerta y escuché un par de quejidos. —Pasa...

Abrí la puerta y entré. —Hola. ¿Cómo vas?

Se levantó y se sentó en la cama. Asintió un poco. —Bien... ¿A qué te levantaste?

—A apoyarte. —me senté al lado de él y lo medio abracé. No eramos tan cariñosos entre los dos, pero teníamos formas de expresarnos cariño entre ambos. —Y pensar que ayer me echabas de tu pieza para que los dejara tranquilos.

Se rió. —Habladora. —puso su mano en mi cara, y en ese momento aproveché de agarrarme de él y acostarnos los dos— Lucíaa. No puede ser, que cargante.

—Anda a cumplir tu rol de baterista. Yo te di fe y te seguiré dando, pero solo si te motivai.

Negó y se levantó definitivamente. —¿Y si no voy? —le tiré una almohada— Yaaa, si voy a ir.

Me quedé tirada en su cama un rato y luego me levanté. Intenté buscar un papel y un lápiz en su pieza pero era imposible. Al final busqué en mi pieza y le escribí un mensaje pequeño; "Te doy parte de mi apoyo. Te quiero, bam bam."

Lo dejé en sus pantalones y me fui a acostar de vuelta a mi pieza.

Si se que me levanté a motivarlo y que ahora me vine a acostar, pero hice que se motivara él, no yo. Esa era la idea.

En todo caso, mis papás se levantarían igual ahora, así que a esta hora están casi todos en pie dando vueltas por la casa. Excepto yo, que me quedo dando la hora aquí en mi pieza.

Ya después de un rato salió por fin y entró a mi pieza, recién bañado. —¿Y ahora estás preparado para la fama? —lo webie.

—Para fama, dama y todo lo que se me cruce. —sonrió— ¿Y me vas a acompañar o no? Pensé que a eso te habías levantado.

Lo miré fijamente. —Me levanté a levantarte. Pero si quieres que vaya contigo... —me levanté de la cama mientras decía lo último. —¿Pero vas a tomar desayuno o no?

—Si te demoras mucho, lo mas probable que si, tomo desayuno. Porque no me va a quedar de otra que esperarte.

Suspiré. Bastante molesta pero caga de risa igual, pa que lo voy a negar. —Ya, baja mientras. Yo quiero té, para que lo prepares mientras.

Todos tenemos ganas de molestar al otro. Así que fui a ducharme rápido mientras este otro iba a prepararme el té.

Estos momentos de supuesta paz son los que menos paz me dan. Todo esto porque comienzo a pensar mas cosas de las que debería preocuparme.

(...)

Eran casi las once de la mañana y ya habíamos llegado a la disquera, y en eso me percato de que estaban Jorge, Claudio, Carlos y un cabro más, el cual fue a saludar a Miguel apenas llegó. —¿Como está esa muñeca? Por la batería lo digo. —es la mejor talla que pude haber escuchado como una señorita.

En eso me puse al lado del Miguel a saludar a la gente. —Hola. —saludé al Jorge y al Carlos. —pasé por al lado del Claudio y me saludó con una leve sonrisa.

—Hola, Lucy. —demás que se había enterado de lo que dijo la Sandra.

—Hola... —respondí de vuelta y dirigí mi atención hacia el otro muchacho.

Miguel se dio vuelta y me presentó al siguiente. —Roque, mi hermana. Lucy, el es Roque, es amigo nuestro desde hace rato.

Estiró la mano. —Holaa.

Te dedico un solo... 🎸 Claudio NareaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora