25. Que avanzada.

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Hoy día era el día en el que teníamos la esperada ida a Conce. ¿Era Conce?

Habíamos ido a la casa del Miguel a cargar los instrumentos, así que tenía la excusa para haber visto a la Lucy. Lo malo es que ella estaba dentro y yo afuera, entonces no la veía mucho.

—¿Y quedan mas cosas adentro o esto es lo último?

—Esto es lo último. Voy a acomodar las cosas nomás y vamonos despidiendo. —respondió Carlos.

Miguel se paró por un momento a mi lado. —¿Y te sientes mejor?

Asentí. —See, ya no me estoy muriendo.

—Ya Miguel, faltan tus cosas nomás. —le dijo Jorge.

Entré con Miguel. —Oye, préstame el baño.

—Si, sube nomás.

Y subí. Él dijo.

Y ahí fue que vi la puerta del baño entre abierta, dejando ver a alguien arreglarse frente al espejo.

Abrí la puerta y entré con ella. —¿Claudio? —me miró confundida, pero feliz.

—¿No te ibas a despedir? —sonrió mientras negaba.

—Iba a bajar ahora, pero ya que estamos. —le di un beso. —¿Y cuando vuelven?

Recuerdo haber escuchado al Jorge y al Carlos mencionar eso, pero no me podía acordar. —Antes de tu cumpleaños. —me miró ligeramente chata.

—¿O sea vuelven antes de octubre? Me alegro. —me reí. —Yaaa, no te rías.

La observé por un momento. —Igual te pareces a Miguel... —se enojó. —Yaaa, ven.

—No, chao. —dijo separándose de mi.

La tomé de la cintura nuevamente y la acerqué a mí. —Despídete bien.

Me tomó del cuello y me dio un beso, el cual me dejó todo desordenado. —Ya, anda. Voy a bajar al tiro.

Salí del baño con una sonrisa enorme.

Bajé y los papás del Miguel se estaban despidiendo. —Ya, me llamas cuando lleguen.

—Ya. ¿Y la Lucy donde está? —preguntó. 

Su mamá se volteó y contestó. —Ahí viene bajando.

Me paré al lado del Jorge y me quedó mirando. —¿Qué pasó?

Hizo el gesto de limpiarse el borde del labio, así que supongo que tenía manchado. —Que lindo el tono de tu labial. —se rió.

—Ya, quédate piola.

—Yo puedo. El que tiene manchado es quien no... —me limpié de nuevo— Ya, si ya se te salió.

Y ahí la vi despedirse de Miguel. Igual la diferencia de altura entre ellos dos era notoria... Bueno, de por si entre ella y yo era notoria, y eso que no soy tan alto tampoco.

Salimos y en eso me tira un beso. Por supuesto que sonreí... y me puse rojo.

Narra Lucy
No era tan frecuente eso de lograr ponerlo rojo, pero cuando pasaba yo me reía de lo lindo que es.

Se subieron todos al furgón, y después de lesear cinco minutos, se fueron.

—Ya, yo voy a ir a donde la Ceci y vuelvo. —me despedí de mis papás.

Hoy día era miércoles, así que tenía clases en la pura mañana. Sino no saldría.

(...)

—No, es que lo mas probable es que llegue a Conce y se olvide de mi existencia.

Te dedico un solo... 🎸 Claudio NareaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora