La amistad no es solo una palabra-A.V

capítulo 8

A veces uno cree que el amor no llegará a su vida, hasta que cupido decide ayudarte y aparece en donde menos lo esperabas

A.V

■□■□■□■□■■□■□■□■□■■□■□■□■□■

—Así que ¿se canceló tu salida?

—Oh, no, simplemente fue una salida de amigos y ya... Aunque me hubiera gustado conocer a los amigos de ella...

—¿Eh? Así que ¿quieres conocer a más amigos? —dijo el chico apretando un poco el puño, era muy posesivo con las personas que él veía de su propiedad.

—Claro que sí, digo, no tengo muchos amigos, los de la Universidad solo son simples compañeros.... —Soltó un suspiro la chica y vio al chico apoyando sus codos en la mesa.

—¿Todo bien, Kayser?

—Ah, sí, perdón, estaba sobre pensando.

—Oh... Discúlpame a mí, fui yo quien te hizo venir sin pensar que estabas ocupado..

—Ya te dije que para ti siempre tengo tiempo, garota.

La chica lo miró y dudó un poco lo dicho por él y soltó un suspiro apoyando su cabeza en una de sus manos.

—Y sobre los que me dijiste del tiempo... ¿Cómo quieres que te conozca más si tu no te dejas conocer?

—¿A qué te refieres, garota?

—Se que hay cosas que no puedes decirme, lo comprendo, yo también tengo cosas que no te he dicho, pero...

—¿Pero...? ¿Quieres conocerme de verdad?

—Pues... ¡Claro que sí! Dios, que pregunta es esa, te invite aquí por algo, pero tu solo... ¡Ah! quería que fuéramos amigos, pero es imposible contigo. —Se levantó de su asiento y agarró su bolso.

—¿A dónde vas? Espera garota, podemos hablar más tiempo.

—No, no quiero y fue un error haber aceptado ese trato, porque no logró comprenderte y creo que tampoco lograré hacerlo —dijo ella y tomó un respiro pasando a un lado del chico, pero es detenida por el quien la agarró de la muñeca.

—Garota, estou falando sério, vamos começar do zero se é isso que você quer, vou deixar você me conhecer. —Ella se quedó callada unos minutos viendo al chico quien no la soltaba y agachó un rato la mirada y luego volvió a subirla en dirección a su rostro.

—Ok, vamos começar do zero, mas se essa amizade não der certo, você me deixa em paz.

—Ese fue el trato garota... —El chico no quería alejarla de él por lo que no le quedó de otra que aceptar eso, él la soltó y la chica se sobo un poco la muñeca.

—Bien, entonces ¿Por dónde empezamos?

—Uh...la presentación ya la hicimos... Podemos ir a caminar en lo que hablamos, ya sabes, como amigos recién conociéndose... —El dudo un minuto sobre eso pero aceptó haciendo que ella sonriera, era la primera vez que el la hacía sonreír y siguió a la chica fuera de la tienda mientras la seguía escuchaba como hablaba de cómo era, de sus gustos y cosas que no le gustaba, cómo le iba en la Universidad entre otras cosas.

Pasaron horas hasta que pego la noche y Harumi tenía que irse a casa ya que mañana tenía clases y no podía faltar ni mucho menos llegar tarde.

—Déjame llevarte, es lo mínimo, pero esta vez dame tu dirección bien.

—Uh... está bien. Solo porque te has quedado escuchando me todo el rato y por intentar una amistad conmigo —dijo y sonrió.

Kayser la dirigió a su auto estacionado a las afueras del centro comercial y abrió la puerta del copiloto Harumi se subió y se puso el cinturón de seguridad y puso su bolso sobre sus piernas.

—Este es otro auto ¿cierto? —dijo Harumi viendo a Kayser una vez que entró y él asintió.

—Tengo muchos autos, no esperes que vaya con el mismo siempre.

—Vaya... Entonces debes tener mucho dinero...

—Lo tengo, puedo comprarte lo que tu desees.

Ella se río y miró a un lado viendo las tiendas pasar y apoyó su cabeza sobre el asiento

—Sería muy feo de mi parte pedirte algo así cuando apenas nos estamos conociendo...pero gracias por el intento... —dijo y soltó un suspiro sacando su celular.

Kayser pudo ver por el rabillo del ojo el nombre de la persona y volvió su mirada al frente.

—Mi mejor amiga, siempre anda preocupándose de más por mí, no sé si llamarla dramática o exagerada o las dos al mismo tiempo... —dijo y empezó a reírse hasta que nos detuvimos en un semáforo y aprovechó para tomar una foto a una tienda de ropa asiática y se la mandó a su amiga emocionada.

—¿Te gustaría entrar a esa tienda?

—Oh, sí me gustaría, pero no podría pagar algo de esa tienda y tampoco creo que tengan mi talla... —dijo ella apenada y Kayser estaciono el auto frente a la tienda dejando a la chica en duda.

—Vamos, te compraré lo que quieras en 10 minutos.

—Estas de broma, ¿no? —El negó y Harumi se quitó el cinturón y no dudó ni un segundo en bajar rápido del auto y entrar a la tienda.

Kayser se río por eso y la vio entrar para luego esperar 10 min, salió del auto y entró a la tienda viendo a Harumi con una canasta de cosas entre ropa, accesorios y se acercó a Kayser jalando su canasta.

—¿M-me pase? —dijo avergonzada y él negó riéndose y agarró la canasta para acercarse a la caja registradora y pagar por todo ello dejando a Harumi sorprendida y a la vez emocionada por eso.

—Gracias por esto Kayser, lo aprecio mucho —dijo emocionada y volvió al auto con las bolsas de la compra, volvieron al camino dirección al Departamento de Harumi.

Una vez que llegaron Kayser pudo apreciar mejor el lugar y Harumi lo vio señalando la parte alta del edificio.

—Vivo casi en los últimos pisos, no es tan chido, pero era los departamentos disponibles y más cercanos mi Universidad, gracias por traerme y por comprarme esto también —dijo sonriendo y agarró con su otra mano las bolsas junto con su bolso alrededor de su cuello y Kayser le quitó las bolsas.

—Déjame ayudarte con las bolsas ¿sí?

—Oh... No quiero in...—Kayser la cayó y empezó a caminar entrando al edificio y Harumi lo siguió subiendo al ascensor y poniendo el piso que le correspondía.

—Bueno, ahora si conozco donde vives realmente.

—Ja, ja, puedo mudarme si lo deseo.

—Si pudieras hacerlo, te hubieras ido, si dices que no te gusta estar en lo alto. —Se quedó callada y el río dejando las cosas en la entrada de su puerta.

—Bueno, gracias por acompañarme —dijo y saco su llave para abrir la puerta, al segundo que abrí, salió un perrito pequeño corriendo y lo agarré rápido y vio a Kayser quien empezó a gruñir—. Tranquilo, es sólo un amigo —dijo y él se calmó.

—¿Es tu mascota? —preguntó Kayser y ella asintió.

—Lo tengo hace poco, bueno, gracias de verdad, no te robaré más tiempo —dijo y con cuidado bajó a su cachorro y agarró las bolsas, despidiéndose de Kayser y entró a su departamento.