La amistad no es solo una palabra-A.V

capítulo 26

Harumi

Al día siguiente me levanté a preparar todo el desayuno, Akemi se había quedado a dormir en la habitación media improvisada que había hecho en caso un amigo o amiga se quedaba.

Bobby no dejaba de ladrar y dar vueltas en círculos, realmente no sé qué quería hasta que vi su plato de comida vacío y me eché a reír.

Llene su plato de comida y revise mi celular, tenía más de diez mensajes de Kayser, cierto, el día anterior me había enojado con él. No soy de enojarme, tal vez sí, pero por estas cosas no, cuando me di cuenta de mi enojo ya era tarde para volver. No sé en qué momento me había quedado dormida ese día para que Akemi me llevara hasta mi departamento, pero agradezco eso. Solo llegué a ver los mensajes más, no respondí.

Cuando ella despertó ya tenía todo en la mesa y sonrió sentándose en una silla vacía, fui con ella.

—Gracias por el desayuno, hoy iré a ver a Lonan, me ahorro mucho el viaje.

—Nadie te mandó ir a vivir a una casa alejada a la ciudad.

—¡Ey! Está muy bonita, gracias.

—Como digas.. entonces ¿te irás después de desayunar? —Asintió. Perfecto, podría ir a la organización de Kayser o a su casa.. ¿aceptará verme?

Los minutos pasaron y tanto ella como yo nos alistamos para salir, lleve a Bobby conmigo porque la última vez que salí sola, él me dejó destrozada la casa y no gracias.

—¿A dónde vas?

—Voy a disculparme con mi amigo..

—Te deseo suerte y si no colabora, me avisas y le pego. —Me reí por ello, pero, ¿cómo decirle que mi amigo en realidad es mi novio? Y encima decirle que es el mafioso más buscado en Lisboa, pero se esconde usando empresas grandes en la ciudad como restaurantes y discotecas.

Esperé a que tomara el taxi y tomé otro cargando a Bobby en mis brazos y le di la dirección. El taxista me dejó en la entrada y el guardia me vio con cara de asustado.

¿Qué está pasando?

Me acerqué y él no dudó ni un segundo en abrirme la puerta, había ido primero a la casa de los Da Cruz para ver a Camila. Pero todo parecía patas arriba, la gente corría de un lado a otro y los guardias temblaban como perritos con frío.

Entre a la casa con cuidado y escuché las voces de Kayser y sus hermanos gritando en el piso de arriba.

—Bobby, quédate aquí... —dije y dejé a mi cachorro en el piso tranquilo.

Subí al segundo piso con cuidado y seguí las voces hasta la oficina de Kayser, estaba por tirar un objeto a Camila y me puse frente a ella.

Todos se sorprendieron, más Kayser, quien bajó el objeto rápido y Camila me abrazó empezando a llorar.

—¿Qué está pasando aquí? —Ash estaba al lado de nosotras, pero tenía pequeñas heridas en sus brazos, supongo que por los objetos tirados.

—¿Quién te dejó entrar? —preguntó Kayser con el ceño fruncido y trague grueso. Su voz me puso la piel de gallina y agarre los brazos de Camila como refugio.

—Kayser, tienes que calmarte...

—No me pidas que me calme, Ash.

—Dios... ¿Me pueden dejar sola con Kayser?

—¿Estás loca, Harumi? No podemos dejarte sola con...

—Estaré bien, no creo que sea capaz de lastimarme... ¿O sí? —Kayser apretó su puño contra la mesa y suspiré—. Por favor, Camila.

—Si necesitas ayuda, grita. —Asentí y los dos salieron, no sin antes decirle a Camila que dejen a mi cachorro en el primer piso y fue corriendo a verlo.

—¿Qué quieres aquí? Pensé que ya habíamos quedado claro.

—Solo vine a disculparme, pero ahora que lo pienso, el que debería disculparse es otra persona y no yo.

—¿Disculparme yo? Claro que no, yo no me disculpo.

—Bien, entonces me largo.

—¿Qué?

—M-E L-A-R-G-O —dije letra por letra y antes de abrir la puerta un objeto salió volando en esa dirección estrellándose en esta—. ¿Qué mierda? —grite y mire a Kayser que se acercó rápido y me agarró de los brazos.

—Tú no te irás de aquí —dijo con enojo y apretando más el agarre, empezando a lastimarme un poco. Intenté gritar, pero él me tapó la boca y me arrastró a otra parte lejos de la puerta.

Dios... Lonan ¿tenía razón?

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—Lonan, hasta que llegas...

—Sí, lo siento, hubo algo de tráfico, esto de ir a un lado y luego al otro no me está gustando.

—Si... Bueno, faltan tres semanas, casi dos para el evento y aún no descubro lo que me dijiste.

—¿Todavía nada? Qué raro...

—También está ese problema que él tiene al hackers de su lado.

—Son hermanos por algo... pero Dios, me estoy estresando.

—Somos dos... Y sobre lo de Romina, ya la mandé a la organización de España, lo aceptó después de decirle lo que pasaría si no obedecía.

—¡Genial! Ya era hora, me estaba cansado verla o escucharla en la organización, parecía un chicle ándate. —Leonard se rio por ello y se cruzó de brazos.

—Dirás, tu chicle ándate.

—Cállate, como a ti no te pasa eso, te burlas de mí. —Alzó los hombros y prendió la televisión.

—¿Has hablado con Akemi?

—No, pero supongo que debe estar en el trabajo, antes de que te fueras me mandó un mensaje diciendo que entraría a trabajar después de su descanso.

—Bueno, si logras hablar con ella dile que venga, será mejor decirle desde ya quien es ese tipo para su mejor amiga.

—¿Crees que sea correcto? Digo, si esa chica no le contó quién es, ¿por qué nosotros debemos hacer eso?

—Porque estoy seguro de que aunque hablemos con ella no le dirá.

—Entonces déjalo, no vamos a hacer culpable de romper una amistad.

—Se va a romper si no hacemos algo...

—Deja que el tiempo se encargue, Lonan, te prohíbo que hagas algo.

—Pero Leonard... —Lo miro enojado y solo suspiro—. Lo tengo entendido...

Los chicos se quedaron callados, Lonan aunque era fuerte y tenía claro lo que estaba bien y lo que no, sabía que su hermano tenía razón, si hacía eso, podría romper una amistad que lleva años, estaba seguro también que Akemi no le contó a su mejor amiga que ellos dos eran pareja. ¿Por qué debería hacer algo cuando él también estaba siendo un secreto?