Big Brother ⌠Omegaverse⌡

Capítulo 4.

Billy se sostuvo fuertemente a las mangas de su chaqueta, apretaba en los puños aquella revelación momentánea con la esperanza de romperla en pedazos, de dividir la verdad en tantas partes que por fin pudiera comprenderla. Frente a él, Luke lo miraba curioso y asustado al mismo tiempo. Billy no podía identificar si sentía miedo de lo que acababa de decir o de él. Tampoco le importaba.

Después de un momento, Billy por fin habló. "Eso es imposible...Jack no, él, estás mintiendo" dijo, con tanta aspereza y con tanto temor que su voz se fragmentaba al juntarse con la atmosfera.

Luke rodó los ojos. "No tengo porque mentirte, y menos con algo así" terminó el omega, cansado. "Para serte sincero, no me correspondía decírtelo, pero hago esto por Jack. Sin embargo, creo que deberías ser al menos un poco más agradecido, todavía que me tomó la molestia de venir hasta aquí ¿Y me llamas mentiroso?" dijo Luke, volteando ofendido para irse.

Billy suspiró, cansado. Aquel omega cansaba a cualquiera por más paciencia que tuviera. El alfa lo alcanzó y lo agarró del brazo.

"¿Cómo lo sabes?" le preguntó, con la voz profunda y nerviosa.

Luke se zafó de su agarre. "Yo vi la marca. Es la misma cosa que tienes en la espalda, si no me crees lo puedes comprobar tú mismo, pero eso sí mucho cuidado con hacerle algo malo, mira que de alguna manera te las puedo cobrar y..." Luke se callo completamente al escuchar el sonido que brotó del pecho del alfa. "O quizá no, solo compruébalo y ten cuidado, yo ya me voy, dile a Jack que me llamé. Adiós" terminó por decir, y luego se fue corriendo.

Billy lamentaba haber tenido que asustarlo, pero necesitaba qué se callará y necesitaba ir a buscar a Jack inmediatamente. Luke tenía que estar mintiendo. Él podría estar bromeando, pero... Le aterraba, le aterraba descubrir que el omega decía la verdad. Pero en el fondo de sí, le aterraba también que estuviera mintiendo.

La ilusión inevitable se le había instalado en el corazón. Su alfa se mostraba contento y entusiasmado con la mención de su compañero, se le inflaba el pecho orgulloso y por fin lo sentía nuevamente latir dentro de él.

El cumulo de sentimientos casi lo hacia explotar, se le habían puesto las manos frías y temblaba levemente. Jack era su hermano menor. Su hermano. Su omega. ¿Su omega? Era imposible.

Pero lo imposible estaba a solo un pasó de ser, y la vida era tan increíblemente rara como lo era el destino. Sentía miedo, algo le dolía y la rabia también ganaba gran parte de su voluntad. ¿Cómo se había atrevido a ocultar algo como eso? Él tenía todo el derecho de saberlo y si era verdad, a Jack no solamente no le había importado lo que él podría sentir, sino que además había tratado de ocultarlo, con bastante éxito.

Se sintió estúpido. Todas las señales habían estado ahí. El comportamiento ausente de su hermano, su extraño y silencioso cumpleaños. Su cumpleaños, eso era. Ese había sido el día, y Billy había sido tan idiota como para no darse cuenta.

El alfa se montó en su auto echando prácticamente humo, estaba enojado y desesperado, confundido y en el fondo de todo eso, preocupado. Solo que no sabía claramente que le preocupaba.

El volante se sentía pesado y ajeno a sus manos frías y sudorosas, pero logró mantener el control suficiente para arrancar y salir pitando del estacionamiento de la universidad.

Billy sabía a donde se dirigía, pero no sabía como llegaría. O quién sería cuando regresara.

Jack estaba organizando una pila de libros viejos que Friday le había regalado de su ultimo viaje, tomos de colección y ediciones especiales de sus libros favoritos se encontraban allí. Todo el día había tenido algo con que distraerse para evitar el mareo y el dolor de cabeza. Luke había podido conseguirle una caja más de supresores, pero era como si con cada día el malestar aumentará el triple. Sentía dentro de sí una ansiedad muy extraña, que no comprendía. Una especie de calor le recorría el cuerpo como cuando estaba enojado, no sabía exactamente lo que pasaba.