Capítulo 9.

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Jack estaba comenzando a sentirse incómodo con la mirada constante de su mejor amigo. Luke lo analizaba cada dos por tres sin decir nada hasta que pudieran hablar con privacidad. Jack no lograba concentrarse en absolutamente nada que fuera el sentimiento arrollador de desolación que sentía por dentro.

Era lunes, y el dolor seguía siendo una herida reciente en su fracturado corazón, pero esta vez punzaba demasiado fuerte como para acallarla con prejuicios. Era como si alguien le hubiese empacado una nube negra en la mochila y ahora la cargaba en la espalda para todos lados. La nube se reventaba de vez en cuando y él lloraba en silencio sintiendo la condensación de sus sentimientos. Estaba genuinamente preocupado por su estado anímico, por la culpa que le removía de vez en cuando y por esa terquedad tan pronunciada que no le dejaba salir a romper todas sus creencias.

Todas sus clases parecían una repetición de lo mismo, incluso intentaba concentrarse, alejar el malestar físico que le estaba causando el dolor de su alma. No lo lograba ni por asomo. En cada palabra, en cada imagen, en cada expresión aparecía Billy.

Billy con su sonrisa ladina y esa cara de comprensión, con los brazos que le habían enseñado la violencia y el amor en la misma noche. Billy, con esa voluntad doblegada que Jack jamás creyó que conocería en él. Su alfa tenía paciencia y era respetuoso, lo seguía, lo dejaba ser. Pero Jack lo había perdido.

En una sola noche había perdido a su alfa y a su hermano también, porque negar cualquiera de aquellas dos verdades no era más que una necedad. Y aunque Jack deseaba con todo su ser ignorar alguna de las dos para poder ser feliz con la otra, no podía. Era cierto que lo que más pesaba en su conciencia era su lazo sanguíneo compartido con Billy, pero ¿Qué significaba realmente? ¿Cuánto podía importar la sangre que corre por tus venas si has empezado a matar tú corazón? ¿Era suficiente nacer del mismo conjunto genético para ser familia? Quizá no, ahí estaba Luke, por ejemplo. Luke que era hijo de otros padres, pero que había sido su familia desde siempre. Y ahí estaba Billy, que compartía con él una casa y unos padres, pero que toda la vida se había sentido como un desconocido para él.

Y ahora era su familiar más importante.

A la hora del almuerzo, Jack se sentó con Luke en el lugar de siempre y esta vez no pudo escapar de sus preguntas. La mirada acusadora y curiosa de su mejor amigo lo acechaba rápidamente.

"Apestas a alfa" le dijo Luke en cuanto se sentaron.

Jack lo miro extrañado. "¿Qué? No, eso no..." dijo, mientras acercaba un poco la camisa a su nariz para olerse, no percibió nada extraño.

"Me tienes que contar todo Jack, mira que me dejaste tirado en la fiesta y armaste un jaleo que yo no quería perderme" empezó Luke, y Jack sonrió un poco al encontrar en su mejor amigo la misma normalidad de siempre, un pequeño pedazo de su vida anterior. "Luego me entero de que apareció el bruto de tu hermano y golpeo a nuestro anfitrión, vaya regalo más apropiado para ese idiota, y hoy llegas apestando a él, ese cuento debe estar bueno, así que empieza" terminó por decir, mientras se llevaba la comida a la boca.

"Fue todo un desastre" respondió Jack "Ni siquiera recuerdo bien, solo sé que de la nada Billy estaba golpeando a Mason"

Luke solo se dedicaba a comer con una sonrisa en su rostro. "Vaya novio más sobreprotector resulto ser el bruto de tu hermano"

Jack lo miro con pesar, no trato de corregirle siquiera.

El bruto de su hermano había demostrado tener la cabeza más cuerda que cualquier otro alfa.

Luke habló nuevamente. "Dime que al menos lo besaste como agradecimiento"

Jack se puso rojo inmediatamente al recordar el beso que había compartido con Billy. Como sus manos se habían movido sobre él con una delicadeza abrumadora, como su reloj se había detenido para regalarles todo el tiempo del mundo para ser felices.

Big Brother ⌠Omegaverse⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora