Big Brother ⌠Omegaverse⌡

Capítulo 34.

Dean se despertó debido al delicado toque de los dedos de Luke en su cabeza, lentamente, la sensación se convirtió en un golpe que lo sacó por completo de su ameno sueño.

Dean respiró, pero no pudo evitar sonreír al observar a Luke sentado sobre sus rodillas en la cama, mirándole fijamente entre enojado y a punto de hacer un berrinche, nada nuevo, con lo consentido que Dean lo tenía, aquellos episodios eran cada vez más frecuentes en el transcurso de su embarazo.

Al mirarlo, cualquier otro sueño diferente al que tenía frente a sus ojos parecía nulo en comparación. Tenía un empleo, su omega, iban a tener un bebé. No era necio y mucho menos ciego, sabía que necesitaba encontrar una manera de ganar más dinero. Luke merecía más, su bebé merecía mucho más.

Por ahora no podrían estudiar, ninguno de los dos, y mientras Gwen se encontrará en rehabilitación tampoco ella podría ayudarles con el bebé, que, al parecer, heredaría el carácter de Luke. Tanto ellos como Billy y Jack habían decidido no ser conscientes del sexo del bebé hasta el día de su nacimiento, en realidad, aquello había sido un pacto entre ambos omegas, Jack había abrazado a Billy mientras le decía que era la mejor decisión, que la sorpresa sería más agradable y este, asentía embobado por sus maneras de convencerlo. Por su parte, Luke solo le había informado sobre su decisión, pero él sabía que levemente consultaba su opinión, Dean había sonreído, y al final también había asentido un poco encantado por su omega.

Así era como funcionaba desde que vivían juntos, y Dean no podría estar más conforme. Luke era difícil, en la misma medida en que él era tranquilo. Luke pedía y el proveía, eso estaba bien, no solo porque se sentía natural si no por lo mucho que le encantaba hacer cosas por Luke, y a su vez, Luke le devolvía una cantidad enorme de preocupación por él. Quizá no fuese el más cariñoso o físicamente el más devoto, pero su amor por él brotaba en pequeños actos, como cuando se despertaba desde la madrugada para cocinar su comida, porque sabía que Dean era un desastre cocinando, al igual que aquella vez que había apostado cien dólares con Billy por una estupidez y los había gastado en un regalo para Dean, que consistía en un paquete gigante de herramientas nuevas para su trabajo. El alfa había sonreído de manera luminosa, y estaba tan feliz que termino haciéndole el amor en la misma sala de la casa.

Un niño rico, gastando el poco dinero que conseguía en ayudarle. Esos eran sus actos de amor, y Dean no podría haber estado más fascinado. Admitía que desde que vivían juntos su vida era más ordenada, y al mismo tiempo, cada día se sentía como una aventura.

Allí sentado en la cama, con una almohada en las piernas y la mirada concisa que le decía a Dean que iba a pedirle algo imposible de conseguir en ese momento, le robó una sonrisa a el alfa.

Para el punto, Luke tenía cinco meses de embarazo, Jack tenía seis.

Ya se notaba, ya se sentía. Los médicos les habían dicho que su bebé era grande, fuerte, y que al parecer estaba sano. Dean había estado junto a Luke en todas las ecografías, observando emocionado, mientras el omega se removía con incomodidad.

La verdad era que su bebé tenía maneras extrañas de comunicarse. Luke decía que lo sentía moverse mucho cuando escuchaba la voz de Dean, se comunicaba a través de un cierto numero de patadas. La primera vez, Luke había corrido asustado a buscarle mientras Dean arreglaba el desagüe de la bañera, vestido con una camisa ancha y totalmente asustado, le había gritado a Dean desde la puerta.

"¡Dean, tu hijo me está golpeando!" había dicho, y el alfa se levantó de inmediato para correr en su dirección, le tomó de la cintura mientras reía de sus comentarios. Luke se había visto extrañamente nervioso, pero pareció concentrado en los movimientos que sentía en la barriga. Dean le había palpado de manera leve el vientre y el bebé se había movido de inmediato. Luke se echo a llorar en los brazos de su alfa, y él se quedo abrazando a ambos toda la noche.