Big Brother ⌠Omegaverse⌡

Capítulo 23.

Siete rosas restantes.

Dean estaba comenzando a impacientarse. Su madre no aparecía por ninguna parte. El auditorio estaba lleno, la gente se encontraba en sus lugares específicos, pero ella no. ¿Seria posible que no se presentará a su ceremonia de graduación? Pasados diez minutos después, Dean se rindió. Gwen no se encontraba por ninguna parte, quizá se hubiese quedado dormida, quizá estaba borracha desde tempranas horas. Antes de que la ceremonia comenzará oficialmente, la mujer se sentó apresuradamente en un banco disponible casi al final. Dean sonrío, ella estaba ahí, ella había hecho un esfuerzo mínimo y ahora podía ser feliz de una manera más genuina, a su derecha, Jack miraba con impaciencia a su familia, a su izquierda, Luke evitaba mirarlo.

Aquella mañana se veía radiante, un poco más que siempre, lucía la esperanza en el rostro y le sonreía a Dean con sinceridad, él podía sentirlo. Debajo de la túnica, nadie podía notar que tenían las manos entrelazadas. Era tan increíble, tan verdadero. Luke le permitía acercarse un poco más cada vez, le daba permiso y le indicaba el camino seguro. Dean no podía pensar en nada que no fuera él y su mano apretándole levemente. Sonreían con complicidad, y poco a poco habían comenzado a reírse de las mismas bromas. El tiempo no hacia más que adornar todo, lo más terrible de abandonar la escuela, era el abandonar cualquier excusa mundana para estar cerca de él. Por otro lado, Dean por fin estaba graduándose, luego de perder casi dos años de preparatoria debido a problemas personales, por fin estaba fuera de allí para comenzar un futuro novedoso.

Ninguna universidad se había interesado realmente en él, hasta ahora. Su promedio era un poco más alto que la media, pero sus posibilidades económicas de costear una educación privada eran perfectamente nulas. Aquello le escocia en el lugar en donde Luke le tocaba. Su plan, su ingenioso plan para darle una vida mejor parecía en ocasiones demasiado lejano.

No conocía a los padres de su omega, pero estaba seguro de que ellos no le querían cerca. No le aceptaban y jamás lo harían. Los reconoció fácilmente entre la multitud. La imagen que proyectaban juntos era demasiado difícil de ignorar, ella era una mujer joven y excesivamente hermosa. Con unos ojos fuertes, parecía hecha de roble. Su esposo, a su lado, era un hombre bastante grande y a su vez, pequeño al lado de aquella mujer. Era curioso, pero ella lograba hacerle una sombra tremenda incluso aunque fuera una omega. Dean sonrío, era justo como Luke.

Se preguntó levemente si Luke tendría mucho más de su madre en su interior de lo que parecía.

Como si le leyera la mente, Luke le estrechó la mano con delicadeza. El escozor lo trajo de vuelta, y vio con claridad que se equivocaba, Luke tenía muchísima más presencia que su madre, porque a diferencia de ella, su omega no opacaba la presencia de nadie, Luke iluminaba la estancia. Tenía un alma gigante atrapada en un cuerpo pequeño y delicado, él era un desbordamiento completo de energía, mientras que ella, un apagón.

Sonrío para sus adentros. Encontraría una manera, volvería a verlo, a tocarlo. Estaría en su vida de alguna manera.

La ceremonia transcurrió con bastante normalidad, todos vestían la misma túnica larga y el birrete de graduación, Dean descubrió torpemente que su túnica le quedaba demasiado pequeña. En el momento indicado, todos se dedicaron a lanzar al aire once años enteros de su vida completados en una etapa maravillosa y efímera, antes de realizar aquel acto, Luke se había acercado a su oído y le había susurrado que pidiera un deseo al lanzar el birrete.

Aquella noche, más tarde, Dean le contó a Luke que su deseo había sido que fuera feliz.

Antes de terminar la ceremonia, se despidió con efusividad de sus compañeros del equipo de Lacrosse, con algunos de ellos continuaría teniendo algún contacto, algunos otros estarían empacando prontamente para irse a la universidad. Dean les deseo lo mejor, se abrazaron con camaradería por ultima vez.