Winter and Spring | Larry Stylinson

Capítulo 23

Winter and Spring

El aroma del bosque se mezclaba con el olor reconfortante de la madera ardiendo en la fogata cuando Louis y Harry hicieron de vuelta su camino en dirección a su gente a través del bosque. El monarca había guiado los pasos y Harry los había seguido, confiado y sujetándose del antebrazo del mayor. Sus manos se habían encontrado en algún punto, entrelazándose y permaneciendo juntas incluso cuando se acercaron al campamento ya levantado, a la vista de todos.

Y si bien Harry había querido ser un poco discreto y trató de recuperar la distancia entre Louis y él cuando estuvieron de nuevo entre su gente, el monarca no se lo permitió, e incluso colocó una mano en su espalda baja para acercarlo más a su costado. Harry, dócil y sonriente, se lo había permitido, porque se sentía bien, porque se sentía adecuado y porque adoraba la sensación de tener a Louis a su lado sin importar nada más.

Era demasiado irreal la situación pero muy dulce también. Que Louis, su Rey, soberano de sus tierras y un gran y respetado alfa, estuviera ahí, manteniéndolo a su lado mientras se encontraban en un viaje en busca de una oportunidad para tener una vida juntos, olvidando posiciones y prejuicios, por él, alguien que en realidad no tenía mucho que ofrecer, sin duda alguna le llenaba de un sentimiento que no podía explicar del todo.

Louis lo quería, Louis lo respetaba, Louis lo veía con ojos que creyó jamás nadie iba a verle. Louis sonreía por él, lo besaba y le hacía saber cada segundo que pasaba a su lado, que en realidad algo como el amor sí existía. Le devolvió las ilusiones, las esperanzas, le hizo volver a sentir, volver a soñar... Su querido y amado Rey, su adorado alfa...

Harry finalmente había aceptado que estaba bien poner su corazón en manos de Louis, porque sabía que él lo cuidaría, que lo protegería y que le correspondería como debía ser. Creía en sus palabras y en sus promesas. Sabía que no iba a decepcionarlo y mucho menos a lastimarlo, jamás. Podía sentir su cariño, su devoción, la fascinación que había en su mirar, en su tacto, en sus palabras, en sus sonrisas.

Estaban enamorados y aunque era algo parecido a un secreto, seguro que todo el mundo podía darse cuenta.

Algo tan puro, tan dulce, tan genuino e inocente no podía simplemente dejarse debajo de un velo por siempre. Tarde o temprano, iba a ser demasiado, tarde o temprano, todos iban a saberlo, porque en realidad... Hasta ese momento solo habían sido precavidos, pero Louis siempre lo había mirado y le había hablado de la misma manera, frente a cualquier persona. Solo que en ese momento se sentían más libres, más seguros y más tranquilos, rodeados por gente que les apoyaba.

Harry sonrió viendo sus manos juntas y luego Louis le dio una mirada de ojos cariñosos, mientras se acercaban en dirección a la carpa principal, donde los cocineros hacían su trabajo sobre algunas fogatas pequeñas. El humo que desprendían las carnes asándose sobre las brasas hicieron a Harry fruncir la nariz con disgusto, sensible y todavía con náuseas frecuentes, decidió que sería mejor si se detenía y evitaba acercarse más.

—¿Qué sucede? —Louis le miró curioso cuando lo notó detener su caminar.

Harry ya tenía una mano sobre su nariz, tratando de hacer menos notorio el aroma que impregnaba más y más el aire a medida que se acercaban.

—Vomitaré si me acerco más, majestad —explicó apenado—. Es la carne.

Louis sonrió, ladeó la cabeza y luego le dio una mirada al vientre redondo de Harry. Tuvo el impulso de acariciarlo pero por alguna razón, quería que fuera mucho más íntimo.

—Por ahí está Maricella con tu madre y Winter —el alfa señaló a la distancia—. Ve con ellas, necesito revisar algunas cosas y también, pedir un platillo diferente para ti.