Winter and Spring | Larry Stylinson

Capítulo 14

Winter and Spring

Desde que Louis había abierto los ojos por la mañana supo que sería un largo, largo día. Tuvo en cuenta desde el primer respiro de aire matutino que no tendría descanso alguno, que iba a tener que lidiar con muchas situaciones, con muchas personas y que seguramente, las energías se le agotarían antes de lo considerado adecuado pero lo que más le molestaba, era sin duda, que no podría pasar tiempo con Winter y por ende, tampoco con Harry.

—El día finalmente llegó, su majestad —Frank dijo desde su lugar en la mesa del concejo real—. Usted tendrá que elegir, al final del día, a su próximo consorte.

Louis siguió mirando el horizonte a través de la ventana de la sala del concejo, ojos tranquilos, manos entrelazadas a su espalda y su elegante y brillante corona sobre su cabeza. A lo lejos podía ver los barcos llegando al puerto, los carruajes atravesando el pueblo, la emoción y alegría de su gente, quienes tendrían su propia celebración por la unión que seguramente se estaría confirmando al anochecer.

Sí, finalmente el día había llegado.

La presentación de los príncipes, ese día donde iba elegir a su próximo rey o reina consorte, el día donde tendría que fingir felicidad por un matrimonio que en absoluto deseaba y que de poder, evitaría hasta el final. Se guardó el suspiro de pesar que estuvo a punto de abandonar sus labios y tan solo se dedicó a seguir mirando a través del ventanal, ajeno a lo que los consejeros hablaban. Realmente, ese día tampoco estaba de muy buen humor. ¿Cómo estarlo? Iba ahí a discutir asuntos que mejorarían su vida, su reino, su pueblo y últimamente parecía que sólo querían hacerle sentir infeliz y miserable.

—¿Podrías dejar de decirlo como si quisieras atormentar a tu Rey? —el Comandante de la guardia Real frunció el ceño, dándole una mala mirada a Frank, quien tan solo se acomodó en su lugar, ajeno al tono molesto del alfa pelinegro.

—De ninguna forma una unión sagrada y jurada delante de los dioses debería ser un tormento —Frank se defendió, dirigiendo nuevamente su mirada de ojos pardos a la figura de Louis—. ¿O es para usted, su majestad, ésta próxima unión un tormento?

Louis apretó los labios, cerró por un momento los ojos y guardó la calma, la compostura. Nadie ahí, aparte de Zayn, sabía lo mucho que quería evitar casarse, lo mucho que repudiaba la idea, lo mucho que deseaba encontrar otra manera de hacer las cosas. No quería casarse, no quería conocer a esos príncipes, no quería fallarle a Harry...

—Es mi deber —dijo sin más, recordándose a sí mismo lo correcto—. Tormento o no, es lo que se debe hacer.

Los consejeros voltearon a verse unos a otros un poco sorprendidos por aquella declaración, a excepción de Frank y Zayn. Zayn tan solo miró sus propias manos con un poco de pesar y Frank entrecerró los ojos, no confiando del todo en las palabras del monarca. El Lord era inteligente, sabía bien que algo andaba mal, ya que no era muy normal que un monarca se negara a una boda y Louis parecía ajeno a ese deseo desde el principio, aún así, Frank guardó silencio y se dedicó a pensar cuidadosamente.

—Le aseguramos, su majestad, que quizás en este momento no sea de su agrado la situación, pero lo será. Cada uno de los príncipes está comprometido a entregar lo mejor de sí para usted y para el reino... —Lorena, quien era un poco más comprensiva, un poco más amable y más consciente, sonrió con suavidad—. Será fácil después de un tiempo, no tiene que preocuparse por eso.

El alfa tan solo suspiró, dando la vuelta para mirar de frente a su mesa de consejeros. Ellos estaban en sus respectivas sillas, mirándole de vuelta, atentos y listos para escuchar, opinar o decidir sobre cualquier situación que se presentara.