YO SOY MIA

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Llegamos al palacio un tanto exagerado para mí gusto los hombres nos pusieron en fila devuelta tube un dejavu una mujer paso a vernos como si fuéramos objetos que estubiera comprando.

—Esta si.  Está también. Llegó con la peliroja y dijo está también.

Se poso frente de mi—Pero Que te paso en la cara?.

Lo sentimos señora. Tropezó en el barco y se hizo tremendo golpe pero en unos días sanará. Pero Dejeme decirle que es una hermosura sin ese golpe.  En eso entro una mujer muy bella para su edad traía una corona negra al igual que su vestido. Pero que es ese escándalo. Se dirigió a Alexandra que se encontraba un echa un lío.

—No pasa nada sultana solo que estamos negociando por esta joven.

La sultana se poso frente de mi. Me miro y dijo.—Que le pasó?.

—me caí sultana. Y por accidente caí en el puño del señor aquí precente-Dije apuntando al responsable.

—cuanto piden por ella?.

Le pregunto a un hombre de baja estatura que traía un sombrero de toalla como si se acabará de bañar.

—Estan pidiendo el triple por ella sultana.

—La quiero para mi hijo-Dijo la mujer.

—Pero mírenla es un completo desastre-Dijo el mismo hombre de la toalla y el arete en su oreja. Mirándome con completo desagrado-esta bien la compraremos.

— Ya eres propiedad del mi hijo.

—No,- proteste-Yo Soy mía no le pertenezco a nadie.

—Insolente-me llamo la sultana-Llevensela al calabozo.

—No, suelten me-Grite en el iré, puesto que unos hombre me llevaban de ambos brazos arrastrando me hasta el calabozo.

—Quiere que nos deshagamos de ella. Sultana-Dijo el pequeño hombre.

—No, déjala que aprenda un poco de modales. No le den de comida. Para que sepas quién es su dueño. Y la mujer dió la vuelta y se marcho.





AMOR DE SULTAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora