TN.

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abro lentamente los ojos, sintiendo el suave roce de las sábanas de seda en mi piel desnuda.

Al mirar a mi alrededor, me doy cuenta de que me encontraba en los apocentos del sultan.

Es en ese instante que recuerdo la noche anterior, cuando el sultán me había dicho que no me fuera y habían compartido una pasión desenfrenada y prohibida.

Sonrió al recordar cada momento y me giró para ver al sultán a mi lado, durmiendo plácidamente con una sonrisa en su rostro.

Me acercó a él y le acarició el rostro, agradecida por la noche de pasión que habían compartido.

Sabía que debía irse pronto, pero por el momento, solo quería disfrutar del momento y del amor que había encontrado en los brazos del sultán.

—Sultán?-digo en un pequeño susurró.

El sultán abriendo los ojos y sonriendo me dice.

— Buenos días, mi amada sultana.

—Fue todo real? Anoche...fue increíble.-con una sonrisa un poco apenada lo miro.

—Fue más que real. Nunca olvidaré esta noche.-con su mano comenzó a caricias mi mejilla.

—Yo tampoco. Pero sé que debo irme pronto.-le doy un corto beso.

Pero el Sultán tomando mi  mano impidiendo me irme.

— No quiero que te vayas. Quédate conmigo un poco más.

—Me encantaría, pero no puedo. Tengo asuntos que atender.

— Entiendo. Pero prométeme que volverás.

—Lo prometo. Siempre volveré a ti, mi sultán.

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Estaba por ir a mi havitacion a descansar un poco, cundo chocó con un hombro muy duro.

Me sobó la cabeza con mis manos.

—Discúlpeme, no lo ví venir-me disculpaba tomándome mi cabeza y sonriendo. pero cundo volteo a mirar a la persona que estaba enfrente de mi, mi sonrisa se borra.

Era Ibrahim mirando me con sorpresa y preocupación.

—Dónde estabas anoche? Te he estado buscando por todas partes.

Estaba... en los apocentos del sultán.-tratando de ocultar lo que pasó anoche.

Veo como Ibrahim cambia totalmente su forma de ser, de preocupado paso a  fruncir el ceño completamente desacuerdo.

—En los apocentos del sultán? ¿Qué estabas haciendo allí?-me cuestiona cruzado de manos.

Evitando la mirada de Ibrahim miento.

—Fui invitada por el sultán. Pasé la noche con él.

Ibrahim notando un cambio en mi me pregunta.

— Qué te pasa? Pareces diferente hoy.

Intentando ocultar mi nerviosismo digo.

—Nada, solo estoy un poco cansada.

Ibrahim me mirá con sospecha.

—Estás segura? Parece que algo más está pasando.

—No te preocupes, solo tuve una larga noche.-tratando de desviar la atención.

—Una larga noche con el sultán?

_Qué? No, no fue así. Solo estuve en sus apocentos por un tiempo.

AMOR DE SULTAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora