POV IBRAHIM 2

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No podría creer que ella fuera como las demás solo les importaban las joyas y las telas finas. TN al tomar el pañuelo sonrió como un niño cuando le dan un regalo. Rabia, Solo eso sentía En este momento. Ella muy contenta se fue hacia el banquete. Tengo que hablar con ella. Solo para que me quede claro que no es para mi.

-Gran sultán. Me permite retirarme un segundo.

-Claro ibrahim. Pero antes quiero que preparen a la chica para que valla a mis apocentos.

-Claro majestad.
Me retire no muy contento del lugar. pude ver a TN así que me hacer que a ella.

-Te encuentras mejor-Dije para iniciar la conversación.

-Si, muchas gracias. Con esto voy a estar mejor-Dijo mostrándome el pañuelo. Encerio me lo presume como si fuera un trofeo. Mi mandíbula se volvió a apretar . Y lo único que se me ocurrió fue decirle.

-Pense que no te gustaban ese tipo de cosas.

-bueno ya sabes competencias son competencias.

Enserio tenía el descaro de decir eso.

-Oye Ibrahim.
Me llamo tiernamente- te puedo hacer una pregunta.

Enserio cuál era el problema con ella y las preguntas.

-Si dime cuál es-dige algo cortante.

-Cuanta comida me van a dar por este pañuelo.

-Que dices-me quede en shock.

-Solo para estar segura. Una chica me dijo que es para la comida.

-Ese pañuelo no es para comida TN.

-No entonces para que sirve.

En serio de verdad que es ingenua. Suspire y Dige.

-Es para estar en los apocentos del sultán.

-Que!!- dijo un poco paranoica-No tiene que ser un error.

Pensé, Esa era mi chica.

-pensaste que tenías que bailar para comer.

-Si, ay dios soy una tonta que voy a hacer. No quiero estar en la cama del sultán.

Esas palabras me hicieron tener esperanzas.

-Tienes que ayudarme.

Claro que la iba a ayudar. Yo tampoco quería que estubiera con el sultán pero primero tenía que sufrir un poco al igual que yo sufrí.

-No puedo hacer eso. Son órdenes del sultán.

-Por favor ibrahim. Te lo imploro.

TN. Me tomo de las manos y senti como mi piel se ponía de gallina a causa de su tacto.

-Vere que puedo hacer. Pero no te prometo nada. Entendido.

-Entendido. Gracias.

-A hora come lo necesitas.

Ella asintió con la cabeza y yo me alegre incorporando me alado del sultán.

AMOR DE SULTAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora