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/Pasadas 3 horas/

•Narra Lola

—Puta madre, esta mierda no cierra.—Me queje, tratando de cerrar un pequeño pote.

Intente mas de 3 veces y al último intento, me di por vencida, tire el pequeño frasco con fuerza lejos de mi, golpeandolo contra la pared. La gran cantidad de pastillas que estaban adentro de este, salieron disparadas para todos lados. Era un completo desorden.

Tarde un poco en darme cuenta de lo que habia hecho.
Mire el suelo con preocupación, me agaché y rápidamente junte todas las pastillas en mi mano.
Con la mirada, busque el pote por todos los rincones, hasta encontrarlo. Lo agarre y guarde todo en su interior nuevamente.
Suspire aliviada, comence a calmarme hasta que...

—¿Hola?.—Escuche una voz en el pasillo que se acercaba a la cocina, donde me encontraba yo misma.

—¿Quien es?, no se acerque, estoy ocupada.—Adverti, guardando lo mas rapido posible aquel frasco.

—Vengo a entregar lo que me ordenaste.—Dijo asomándose.

Al mirarlo bien, note que era Squeak. El hijo fracasado de un coronel bastante reconocido en la zona. Nadie se quiere topar con este drogadicto, por muy buenas razones. Su aspecto hace sospechar a más de uno, ¿quien pasearia por las calles con trapos completamente sucios y rasgados?. Simplemente es repugnante y nada etico.
Pero que puedo decir, era de esperarse de alguien con falta de atención y de amor propio. Que suerte que yo soy tan perfecta que no ando en estas condiciones, amo ser yo. ¿Por que nadie me toma como ejemplo a seguir?.

—¿Señora?.—Pregunto el vagabundo.

—¿¡Señora!?, ¿¡me estas insinuando que soy vieja!?.—Grite indignada. Levantando la mano.

—No, obvio no.—Contradijo nervioso.—Fue intesional, disculpa... ¡Lo juro!.

Lo observe con disgusto, baje la mano.

—Como sea, ya damelo de una vez.—Ordene.

El drogadicto saco de su bolsillo una pequeña bolsa, la cual contenia una pequeña pastilla.

—Mira, con solo ingerir una, es suficiente como para que cause una gran cantidad de efectos alucinógenos. La verdad es una droga bastante peligrosa, consumir una trae consecuencias bastante severas.—Aclaro entregandome la bolsita.

—¿Que sucede si alguien toma dos?.

—Posiblemente podria generar una sobredosis, pero no creo que inmediatamente. No lo recomendaría...—Respondio algo nervioso.—Aunque, hay posibilidad de sobrevivir a eso...

—Umh...—Saque la pastilla y comence a observarla detalladamente.—Deme dos mas entonces.

—No puedo hacer eso, ¿acaso no me escucho?. Es letal.

—Si me las das, te pagare el triple de lo que cuesta.—Propuse, mientras metia la mano en mi bolsillo, sacando una billetera.

Squeak dejo de mirarme.

No podia permitir que me diera solo una, necesito realmente una gran cantidad. Si no, todo sera un fiazco...

Debo convencerlo de algún modo, y eso sera insitandolo a la enferma tentación que lo hundió en un principio. La cual es culpable de su estado actual, tan deteriorado y asqueroso. Mendigando por monedas en las calles, para poder comer... Que vida tan mierda.

—Vamos, con este dinero podras conseguir más de tus drogas. ¿Acaso eso no es lo que quieres?.—Trate de converserlo con una voz mas seductora.

—... No usare ese dinero para ese tipo de cosas.

-𝐋𝐨𝐠𝐫𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐫𝐭𝐞- [Buzz X Mr P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora