El cuerpo devorado por las fauces del dragón, lejos de ser masticado fue simplemente, tragado.
Dentro de ese fuego que fácilmente debería haber vuelto cenizas cuál quier cosa que devorará, nube quien estaba dentro.
Solo sentía como su cuerpo era destruido pero irónicamente, se reconstruía era un ciclo sin fin de destrucción y reconstrucción.
Dentro del llameante dragón la extraña reacción, no parecía afectar al dragón.
Regresando a su sueño, en ese lugar donde las llamas ardientes no tenian dónde ir el dragón llameante, descansaba plácidamente.
Pasado un tiempo imposible de saber, en ese lugar donde no hay concepto de tiempo y espacio, el dragón durmiente se levantó y finalmente.
Lanzo una gran llamarada, como si dijera que ya estaba hecho.
Una luz con forma de estrella, salía del mar de llamas elevándose, hasta perderse de vista.
El llameante dragón solo miraba dando por sentado su labor, regresando perezosa mente a su eterno sueño.
En una habitación que recordaba a una sala de audiencias de un gran castillo, el brillo que llegó hay envuelto aún en llamas.
Finalmete poco a poco se apagó de la luz de las brillante estrella, ahora rompiéndose cuál cascarón.
Un hombre caía el cambio en el no era notable, era la misma persona que al entrar con una ligera diferencia.
En el brazo que debería estar carbonizado, ahora se mostraba como si nada. Pero eso no era lo único el brazo tenía una ligera luz celeste.
Era de hecho la prueba de que fue reconocido, era una vena mágica del linaje Pendragon.
En el pecho dónde debería aver una marca de contrato, ahora orgulloso se mostraba un estigma.
La forma de un dragón se mostraba en el, a diferencia de los sellos de comando en el mundo de los servant.
Este solo resaltaba la marca reconocimiento.
La Diosa mirando esto con cara inexpresiva, alabo a a nube quien de alguna manera sobre vivio.
- Te felicito por ser reconocido, aún que débil has sido reconocido, con esto la próxima vez que uses a Rhongomyniad, no te veras afectado en tu cuerpo.
- Más eso no quita su limitación, solo evitará que te quemes.
- Con esto dicho, no tengo más que hablar, tomando su espada y ordenando con voz firme pero en algún lado cálida.
- De rodillas...
Nube quien apenas podía entender todo lo que paso hizo lo que la Diosa le ordenó, esperando con la cabeza gacha.
Sintió una extraña sensación aún que a diferencia de su otra Diosa está parecía más bien. Tranquilizadora
Colocando una rodilla en el suelo y apoyandose sobre la otra, se mantuvo tranquilo, ala espera de lo que hiciese.
Pronto sintió un peso en su costado derecho, era la espada de la victoria prometida "Excalibur" la que tocaba su hombro.
Sus ojos se abrieron como platos, pronto el lado izquierdo también fue tocado.
Más sin embrago las palabras dichas por la Diosa en este lugar quedarían grabadas en su estigma.
- Oh!! alma que has recibido el reconocimiento del dragón llameante, te concedo el honor, de portar a Rhongomyniad.
- Reconociebdote como un portador de la lanza.
A diferencia de una ceremonia de caballero, lo que se le concedió era algo que nunca esperó.
Si algo como esto fuera suficiente para ser un caballero, realmente sería una burla para todos esos grandes héroes.
Aún Haci este reconocimiento aún que solo fuera un permiso, era más que suficiente para una persona normal.
Después de todo cuántas personas soportarían tanto por un deseo tan pobre.
- Ahora puedes retirarte cuando regreses a tu cuerpo deja descansar tu brazo una semana, la vena en tu cuerpo necesita sanar el cuerpo real de su portador.
Nube sin palabras acepto, y reverenciando ala Diosa se despido respetuosamente.
No sin antes ser corregido por la Diosa.
- Llámame Rey de la tormenta, el Rey león fue uno de mis muchos pseudónimos, Haci que está bien llamarme Haci.
No insistio en llamarse Altria, por qué se había separado de ese nombre hace Eones.
Regresando al mundo donde su cuerpo habitaba.
La Diosa ahora en ese lugar ahora vacío. Se sentó en trono, no sin antes recoger una parte de un polvo briante tan hermoso y plateado.
Era por su puesto una fragmento del alma de nube, la diosa lo sabía no había manera de que no lo supiera.
No hay ganancia sin sacrificio.
Recogiendo eso miro a su lado derecho hay estaba rhongomyniad.
¿pero como era esto posible?
- Me has hecho recordar este fugaz momento verdad?
cuántas veces como diosa recordaba este momento, la respuesta era simple hacia mucho que en su vida como diosa.
Podía contar con una sola mano, las veces que un ser humano le llamo la atención verdadera.
Eso era por qué el recuerdo de la lanza que era compartida con su propietaria original. Resonaba en el tiempo.
Por eso cuando la diosa volvió a esparcir el polvo en la lanza está brillo con una intensidad mayor.
Como si dijese que protegería ese recuerdo de esa vida, para toda la eternidad.
La diosa sentada en su trono, miro a un lugar más aya del tiempo y regalando sus últimas palabras dijo.
- Por fin el camino para el mundo que deseas se abrirá, en esta ocasión espero logres tu final feliz, sin arrepentimiento.
Levantando su mano derecha donde el residuo del polvo desaparecio, una luz en forma de arcoiris se levantó fue en ese momento donde un cambio, en ese mundo se creo.
Finalmente nube despertó una semana más tarde.
Encontrándose con el destino que cambió.
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Genshin Impac Alther World
FantasyNube el nombre que me he dado al despertar en este mundo, recordé mi vida pasa y aburrida siendo un asalariado promedio de un país tercer mundista, sin embargo no recordé mi nombre y solo recordé los 3 deseos que pedía a cierta diosa sadista. cómo...