"No deberías enfrentarte a los que son realmente más fuertes que tú"

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En la casa de la moneda

Desde la entrada se podía ver una cantidad de relámpagos que venían desde lo más profundo.

Gritos de intención asesina salían como lamentos.

El aire pesado y aterrador haría que hasta el más valiente aventurero saliera corriendo.

Dentro la situación no era mejor.

El piso derrumbado solo mostraba relámpagos y una cantidad de polvo.

Los relámpagos golpeaban salvajemente las paredes, elevándose al cielo como si la furia dentro de ellos arrasara todo a su pasó.

La persona que recibía todo el odio y el deseo de muerte.

Nube estaba tan tranquilos como un lago en calma, pero esto lo hacía más aterrador.

Del otro lado Tartaglia miraba con odio al hombre que se atrevió a amenazar a su familia.

En especial al pensar en su querida hermana dando a luz al hijo de este hombre o a su querido hermanito que lo idolatraba.

Un odio nació en su corazón.

Está era la primera vez que tomaba algo como personal, incluso la viajera solo era un capricho.

Por eso arriesgaría todo incluida su misión a cambio de matar a este hombre sin dejar rastro de el.

*Whoosh* *Swipe* *Whoosh*

*Clanc* *Clanc*

Las dos personas que en este lugar se estaban jugando la vida.

Parecían no dejar ir al otro.

Los golpes que ambas partes liberaban, era suficiente para mandar a volar los escombros.

Finalmente en un choque de las cuchillas de Tartaglia y la espada ancha de Nube, los detuvo un momento.

Las chispas salían a borbotones, el sonido nítido de ambas armas que chocaban, parecían un grito.

Finalmente ambas partes se separaron.

Ambos hombres ya estaban bastante golpeados, el peinado de Tartaglia estaba ahora despeinado, su cuerpo mostró varias heridas y su ropa estaba manchada de sangre.

El cuerpo de nube no estaba mejor, las heridas de ayer estaban de nuevo abiertas, la sangre volvió a derramarse, su cabello blanco ahora manchado de carmesí.

Realmente era algo aterrador, sin embargo ambos hombres apretaron sus armas.

"Ruido sordo"

El ataque fue directo carente de técnica, el impulso fue frenético.

Los ojos de ambos estaban puestos el uno en el otro.

Volviendo a separarse Tartaglia apretó los dientes, quería realmente acabarlo pero se dio cuenta que incluso con el poder de la visión y el poder del engañó, no seria suficiente.

No quería usar esa técnica, pero el enemigo frente a el era alguien que no podía dejar ir.

Al chocar espadas se dio cuenta, si en el futuro se hiciera más fuerte, simplemente los 11 no podrían detenerlo.

Además el ya ofendió a su Zarina, esto era algo imperdonable.

Con la respiración áspera Tartaglia dijo.

- Felicidades lograste no solo enojarme.

- También me haces usar esto.

Sin embargo antes que el pudiera decirlo fue interrumpido.

Genshin Impac Alther WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora