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Hoy quiero contarte la historia de Rafa y yo, Emilia, dos actores que formamos parte del elenco de "La Sociedad de la Nieve". Estamos en plena grabación en Sierra Nevada, España, rodeados de montañas y una belleza natural que quita el aliento.
Rafa y yo nos conocimos en los ensayos de la película y desde el primer momento hubo una conexión especial entre nosotros. No sé si fue la química en escena o nuestras conversaciones fuera del set, pero algo hizo que nos acercáramos de una manera única.
Un día, mientras estábamos inmersos en la filmación, el resto del elenco: Pipe, Juani, Blas, Matías, Simón, Enzo, Agustín y Santi, decidió que era momento de salir de fiesta y disfrutar un poco del ambiente nocturno. Sin embargo, Rafa no estaba muy entusiasmado con la idea y prefería quedarse en su habitación.
Entonces, mis compañeros pensaron que yo sería la indicada para convencerlo de unirse a la fiesta. Según ellos, creían que Rafa y yo teníamos una conexión especial, algo que iba más allá de la amistad. Y en parte, tenían razón. Rafa y yo compartíamos algo muy especial, aunque aún no lo habíamos admitido abiertamente.
― ¡Oye, Emilia, ¿vamos a salir de fiesta esta noche, qué te parece? ― dijo Pipe mientras agitaba su mano hacía mi dirección
― Sí, va a estar genial, vamos a divertirnos. ― Juani apoyo el comentario de su amigo mientras se recargaba en su hombro
― ¡Claro! ¡Será una noche épica! ― apoyo de nuevo Blas
Sonreí ― Obvio que iré, ya necesito un descanso
― Pero chicos, ¿qué hacemos con Rafa? No creo que quiera ir. ― las palabras de Matías me hicieron darme que cuenta que tenía razón
― Bueno, pues hagamos que Emilia lo convenza. Siempre están juntos, seguro que puede persuadirlo. ― miré con confusión a Simón, yo quería ser mensajera de nadie
― Sí, Emilia, tú tienes una conexión especial con Rafa. Seguro que logras convencerlo. ― dijo Enzo con una sonrisa pícara en los labios
― Además, sería genial tenerlo con nosotros. ¿Qué dices? ― Agus tenía razón, sin embargo no me gustaría incomodarlo
― Vamos, Emilia, porfa, convéncelo. ¡Será divertido! ― ahora era Santi el que tomó la palabra
Al principio, me sentí un poco incómoda con la idea de ser la encargada de convencer a Rafa. No quería presionarlo ni hacerle sentir obligado a hacer algo que no quería. Pero al ver la insistencia y la emoción en los rostros de mis compañeros, finalmente cedí.
Suspiré con irritación ― Chicos, no estoy segura de que sea una buena idea presionar a Rafa para que venga si no quiere. No quiero que se sienta incómodo.
― Anímate, Emilia. Será divertido tenerlo con nosotros.― a pesar de que Matías tenía razón, yo seguía pensándolo
Aunque finalmente, después de la insistencia y el apoyo de mis compañeros, acepté la tarea de convencer a Rafa para que se uniera a la fiesta. Aunque sentía cierta aprehensión, también sabía que si Rafa decidía venir, sería porque realmente quería estar con nosotros.
Me acerqué a Rafa con la intención de persuadirlo para que se uniera a nosotros. Pero en el fondo, sabía que no necesitaba mucha persuasión. Rafa accedió finalmente, no por la fiesta en sí, sino porque yo se lo pedí. Sabía que quería estar cerca de mí, y eso fue suficiente para que se decidiera.
Mientras nos preparábamos para salir, pude ver en sus ojos la emoción y la ilusión de pasar tiempo juntos fuera del set. Me di cuenta de que Rafa sentía algo más profundo que una simple amistad hacia mí, y la idea me llenó de alegría y emoción.
La noche transcurrió entre risas, bailes y momentos compartidos entre amigos. Pero para Rafa y para mí, fue un momento especial, un punto de inflexión en nuestra relación. Después de esa noche, todo cambió entre nosotros.
A medida que avanzaba la filmación, nuestra complicidad en pantalla se hacía cada vez más evidente, y todos notaban la chispa que había entre nosotros. Pero lo más importante era lo que sentíamos cuando estábamos solos, cuando nuestras miradas se encontraban y sabíamos que éramos mucho más que simples compañeros de trabajo.
Desde aquel día en Sierra Nevada, Rafa y yo hemos construido una hermosa historia juntos, llena de amor, complicidad y sueños compartidos. Y todo comenzó con una simple salida de fiesta y el deseo de estar juntos, una noche en la que descubrimos que nuestra conexión va más allá de las cámaras y los guiones.
