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Desde el momento en que conocí a Valentino, supe que nuestra historia sería diferente. Era un actor con una presencia magnética y una sonrisa que iluminaba cada rincón de la habitación. Cuando nos asignaron trabajar juntos en una campaña de modelaje, no pude evitar sentir curiosidad por él.
Valentino era nuevo en el mundo del modelaje, pero su dedicación era evidente desde el principio. Aunque no tenía experiencia, se esforzaba al máximo en cada sesión, absorbiendo cada consejo que le ofrecíamos.
Desde el principio, noté la chispa entre nosotros. Nuestros diálogos eran fluidos, nuestras risas resonaban en el estudio y nuestras miradas se encontraban con complicidad.
Sobre todo disfrutaba las conversaciones entre tomas, mientras el equipo se preparaba para la siguiente escena. El sol brillaba intensamente sobre nosotros, creando un ambiente cálido y acogedor en el set. Valentino y yo nos encontrábamos cerca de la mesa de catering, compartiendo una taza de café antes de volver al trabajo.
Valentino se inclinó hacia mí con una sonrisa pícara en el rostro. ― ¿Te has acostumbrado ya a todo esto, Natalia? ― preguntó con un brillo travieso en los ojos.
Le devolví la sonrisa, jugando con la tapa de mi taza. ― Todavía me sorprende un poco cada día ― admití, dejando que mi mirada se perdiera en el ajetreo del set. ― Pero me encanta. Es como estar en un mundo diferente cada vez que entramos aquí
Valentino asintió, su expresión llena de complicidad.― Entiendo completamente pero tengo que decir que tu trabajo lo haces maravilloso, tu belleza en definitiva deslumbra a cualquiera
Sonreí ante su comentario, disfrutando de la atmósfera coqueta que compartíamos. ― Dale muchas gracias, tu tampoco te quedas atrás
― ¿Cómo te sientes siendo parte de todo esto?― pregunté, inclinándome un poco más hacia él, dejando que nuestras miradas se encontraran de manera cómplice.
Valentino tomó un momento antes de responder, sus ojos brillando con entusiasmo. ― Es un desafío, sin duda ― admitió, con una chispa juguetona en su voz. ― Pero contigo a un lado, todo se vuelve más ligero y emocionate
Me reí suavemente, deleitándome con su energía contagiosa. ― Eres toda una personalidad, Valentino
Nuestras palabras flotaban en el aire, cargadas de un ligero coqueteo que añadía un toque especial a nuestra conversación.
Sin embargo, sabía que debía mantener las cosas profesionales. Mi carrera dependía de ello, y no podía permitir que las emociones nublaran mi juicio.
Valentino, por su parte, demostró ser un caballero en todo momento. Siempre respetuoso, siempre atento a mis necesidades en el set. Sin embargo, no podía ignorar la creciente atracción que sentía hacia él. Sus ojos brillaban con sinceridad y su corazón estaba lleno de bondad.
Tal vez, cuando la campaña terminara me daría la oportunidad de conocerlo como algo más que solo un confidente.
