La pequeña conversación que tuvo con Ethan la persiguió durante varios días, se lo había comentado a Lucía y Alissa, pero no vieron nada negativo al respecto, "Solo está tratando de cuidarte, sabes lo difícil que es mantente bien" había asegurado la Valka; aun así algo al respecto no se sentía bien, no le agradaba que Haru revelara cosas que ella había decidido mantener en privado y no creía que fuese igual a cuando ella contó sobre las visiones, no era lo mismo decir los secretos propios que los ajenos. Por ahora había empujado todos sus pensamientos a un cofre dentro de su mente y se concentraba en su actual tarea: luchar.
Dio varios pasos atrás poniendo el escudo frente a ella. Esquivo el golpe que venía inclinando su cuerpo hacia la izquierda, el entrenamiento había avanzado demasiado después de que aprendió al menos lo básico de su don y empezó a liberar la magia gradualmente porque la plenitud volvió a ella, incluso más fuerte que antes; después de todo la metáfora del río tenía sentido, seguía sin ser la mejor o igualarse al ejército, pero al menos estaba más cómoda.
― Tony no te cubras ―se quejó Leonor.
Ambas rieron, sus luchas eran así, comportándose como si se tratase de un juego, aunque manteniéndose conscientes de que, si se equivocaban alguna podía resultar herida. Leonor empujó con la espada y Antoinette lo bloqueó con el escudo, logrando tirar su arma al suelo, pero casi resbalando por esto.
― ¡Oye eso estuvo mal! ―se quejó Leonor.
― No, desde luego que no ―Antoinette tuvo que reprimir su risa―, Cretus mencionó que todo valía en el campo de batalla.
― Pero maldición, pude haberle clavado un puñal en la espalda o por la nieve pudiste caer mal, no quieres darte de bruces con ese escudo o te aseguro que tu nariz no lo agradecería ―Leonor entrecerró los ojos, enfatizando sus palabras.
No dudaba ni por un segundo de que ella podría hacer esto, resulta que lo que interpretó como movimientos torpes la primera vez que la vio luchar semanas atrás, eran solo porque tenía algunas heridas aun en curación que no la dejaban mostrar todo su potencial.
― Sin embargo, no lo hizo ―añadió Moonbrigth, quien las observaba caminando en su dirección lo suficiente cerca como para oír la conversación― y te derrotó Leonor.
― Solo porque fue un movimiento estupido ―ella se excusó—, ¡nadie haría una jugada tan idiota en batalla!
― Oh, por favor ―respondió Antoinette mientras su orgullo se inflaba a mayor velocidad de lo que debería―, sabes que yo pude haber vencido a cualquiera sin problemas.
― ¿Incluso a mí? ―preguntó Dominick con ánimo medianamente burlón.
Sintió que se hacía pequeña, desde luego jamás podría, mucho menos considerando que él era quien la había entrenado, sabía cómo luchaba y se movía, sería una mala idea; sin embargo, al observar su mirada de suficiencia, aquella débil voz egocéntrica de su cabeza, tomó más fuerza, haciéndola hablar precipitadamente.
― Claro, podría hacerlo.
Él levantó una ceja, mientras a un lado Leonor le hacía señas a Liam para que estuviera atento con una sonrisa tan grande que era incluso descarada. Antoinette no les prestaba atención, más Dominick que rara vez dejaba pasar detalles, lo hizo.
― Leonor, podrías por favor llevar esto al almacén ―le encargó mientras le quitaba el escudo a Antoinette de las manos, entregándolo―. Que lo pongan junto al resto, quiero evitar que sufra daños innecesarios ―su voz dejaba clara la necesidad inmediata de que acatara su orden, era una forma fácil de librarse de ella.
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Legado entre escombros.
FantasyEsta historia contiene fragmentos que pueden resultar como un gatillo para personas con algún trauma relacionado con el abuso sexual, físico o psicológico; leer bajo responsabilidad propia. ------------------------------------------------------ Anto...