Los suegros

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Domingo en la tarde noche.

En el departamento.

- ¿Vieron sus caras? Estaban felices cuando les dijimos -la primera en entrar al departamento y tirarse al sillón fue Tina.

Se habían levantado muy temprano para ir a despertar a los chicos del convento con un desayuno sorpresa; cortesía de Khalan y Wanthida Waraha, y se quedaron durante todo el día hasta que la Hermana Kanya las echó.

-Naree no lo podía creer, preguntó si era cierto como veinte veces y cuando la hermana Kanya se lo confirmó, saltaba en la cama -Engfa siguió a su amiga en el sillón.

-Sí, ella y Char. ¿Cuál de las dos saltaba más alto? -preguntó Tina, mirando a su amiga

Engfa sonrió sin darse cuenta mientras recordaba los saltos en la cama de Naree y Charlotte.

-Es cierto...

La verdad era que, desde que Khalan consiguió por medio de sus contactos el permiso para que tanto Naree como Mali pasaran un fin de semana en el departamento que habitaban las cuatro chicas, lo único que la empresaria había hecho era imaginar la cara de Charlotte cuando lo supiera. Tanto Tina como ella, y hasta la misma Heidi, habían decidido que lo mejor era decírselo a las tres juntas y así fue. Antes de irse del hogar lo hicieron y el número de risas que soltó Engfa fue incomparable con la cantidad de veces que Charlotte la abrazó en agradecimiento.

-Me gusta tu cara cuando piensas en Charlotte -soltó Tina.

Engfa solo la miró.

- ¿Qué cara? -preguntó, haciéndose la tonta.

-Cara de boba, es una cara que nunca antes te había visto poner -contestó.

Lejos de cambiar de tema, Engfa decidió ser sincera.

-No sé qué me pasa con ella, Tina...

- ¿Estás segura? -le refutó la bailarina-. Yo creo que sí lo sabes -le dijo.

La empresaria sacudió su cabeza.

-Heidi tiene razón, somos muy diferentes, tenemos vidas diferentes. Nosotras nos vamos dentro de poco...

- ¿En serio, Engfa? -la bailarina la miraba seriamente-. ¿De verdad vas a seguir los consejos de alguien que está tan aterrada de tener una relación que todas las noches se inventa una enfermedad distinta para que me quede con ella en vez de dejarme salir con Farid?

Engfa rio cuando se acordó de la supuesta "clítoritis" que Heidi se había inventado la noche anterior para evitar que Tina saliera con el tatuador. La tailandesa alegaba que su supuesta falta de sexo estaba ocasionando que su clítoris se apachurrara y perdiera vida. Cuando Tina le recordó que el día anterior la había visto salir del departamento de la vecina del primer piso, Heidi tuvo que cerrar la boca y aceptar la salida de su examante.

-Pero Tina, ninguna de nosotras está capacitada para las relaciones. Mírate a ti, saliendo desesperada con el primer chico que mata de celos a Heidi -la chica agachó la cabeza, avergonzada-. Y luego estoy yo, tres años de novia con un estúpido a quien no veo hace meses y lo cual no me importa en absoluto -al menos lo reconocía-. Y luego está Charlotte... Charlotte es tan... tan... tan...

-Rara -ambas rieron ante lo que agregó Tina, tal como lo hubiera dicho la tailandesa.

-Sí, pero también es adorable. Tiene millones de caras que me derriten o que me hacen reír, además está muy buena... -Tina asintió rápidamente-. Y me protege. Dios, ¿viste cómo me agarraba del brazo cuando íbamos a cruzar una calle? Me corre la silla, me abre la puerta del auto, me trata como una princesa -otra vez cara de boba-. ¿Y cómo juega con Mali y Naree? ¡La adoran! -otra vez la bailarina estuvo de acuerdo.

No soy para ti(Englot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora