Que se ponga el saco a quien le quepa

518 28 1
                                    

En la fiesta de aniversario.

- ¿Me vas a dejar? -Engfa había apartado a Lawan un rato de la fiesta para hablar con él, necesitaba con urgencia resolver este tema cuanto antes y ponerse manos a la obra con Charlotte.

Al principio había pensado dejar que terminara la fiesta de aniversario de sus padres, pero el grupo de amigas de su madre estaban muy entusiasmadas con la castaña y eso no le gustaba para nada, tenía que actuar cuanto antes.

-Engfa, respóndeme. ¿Me vas a dejar? ¿Ahora? ¿Aquí en la fiesta de tus padres, con toda esta gente adinerada de testigo? -era todo por las apariencias el chico.

-Lawan -Engfa suspiró-. Tu más que nadie sabes que nosotros solo nos servíamos para mostrarnos, pero no la pasamos bien juntos -reconoció la morena.

-Pero podemos intentarlo, o recurrir a terapia de parejas o no sé, probar con otras cosas como tríos o algo así -a alguien se le veía lo bisexual.

Engfa se rio de la propuesta, no pensaba probar ninguna de esas cosas, ella lo único que quería era un trio con ella, Charlotte y su pene.

-Sabes que eso no es lo mío, Lawan -le aclaró-. Escucha, jamás te dije nada de tus gustos sexuales por las chicas que prestan servicios privados, mucho menos te negué dinero. Al contrario, te mantuve todo este tiempo porque me servías, pero yo no te amo y jamás te podría amar -Engfa pudo ver un destello de tristeza en el chico así que pensó algo para aliviarlo-. Pero estoy segura de que hay alguien por allí que te va a amar de la forma que quieras -salió con lo mejor que pudo.

El chico se quedó pensando en las palabras de Engfa.

-Y sí, la verdad es que un poco de razón tienes -también lo admitió-. Pero no puedes hacerme esto ahora, ¿no podemos esperar un par de meses al menos? -ofreció una opción.

-No puedo -miró hacia donde estaba Charlotte. En realidad, hacia donde Charlotte estaba siendo arrastrada por su madre, Wanthida iba mostrando y presentando a la castaña ante distintos grupos con orgullo, y cuando la castaña lograba escapar de su madre, aparecía Khalan para llevarla con sus amigos. Engfa sonrió, la cara de Charlotte era algo que no tenía precio-. Necesito que sea ya mismo -agregó con su vista aún en la castaña.

-Ya veo -había seguido su línea de visión y con una pícara sonrisa miraba a la morena que volvió a prestarle atención al muchacho-. A decir verdad, estoy un poco aliviado, no tenía muchas ganas de mudarme a Nueva York, tú sabes cuánto me gusta el sol...

-Y las mejores rameras están en Los Ángeles -agregó Engfa, desenterrando el secreto del muchacho.

-Oye -el chico levantó las manos libres de culpa-. No fui yo quien lo dijo, Charlee Sheen y Huge Grant están de acuerdo conmigo -dijo-. Además, si pago no se quejan del tamaño como otras -acusó con toda la intención.

Engfa tuvo que aguantar la risa en esto.

-Sabes que el tamaño no me importa - mintió, si Heidi la hubiera escuchado no se la iba a dejar pasar.

-Voy a dejar pasar esa mentira porque me hace sentir bien y porque me preocupa otra cosa -había que pensar en el futuro.

-Dime -lo apuró Engfa, volviendo su mirada a Charlotte.

La castaña había logrado escapar de sus padres, pero lamentablemente cayó en las manos de Tina que inmediatamente se la llevó a la pista de baile y sin vergüenza alguna se refregaba sobre ella, Engfa pensó que la castaña estaba bailando de forma rara, lo que le combinaba a la perfección con su forma de ser, hasta que se dio cuenta que eran los temblores habituales en ella lo que la hacían moverse.

No soy para ti(Englot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora