⭐ 14 : ¡Un rato de arte!

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— ¡Hakuna Matata! ¡Una forma de ser! — cantaba Hyunjin mientras tomaba a sorbos su doble expresó — ¡Hakuna Matata! ¡Nada que perder!

— Ojalá, amigo mío, ojalá — mascullo Mi-so — Pero ¡ya te he dicho que no puedo dejar el café! ¡Caray!

— ¡Sin preocuparse! ¡Es como hay que vivir! — cantó Hyunjin aún más alto — ¡A vivir así! ¡Lo que aprendí! ¡Hakuna Matata!

— ¡Que no! — volvió a quejarse Mi-so, luego se desplomó en la silla de al lado y miro el café  del chico — Por lo menos cambiaste de café, ¡ya era hora!

— ¡No te confíes! ¡El americano volverá a mi! ¡Puedes sacar al chico del americano, pero no al americano del chico! — exclamó el chico levantando los brazos — Buenooo, pero ¿si?

La chica bufo con frustración.

— ¡Que no!

— ¡Hay! ¡Pero porque no! — grito Hyunjin haciendo mucho ruido — ¡La exposición solo va a estar hasta la siguiente semana! ¡No volverá pronto! ¡Hay que aprovechar!

— ¡Pero tengo que atender el café! — replicó la chica mirando al chico frustrada — ¡No tengo tiempo! ¡Es de las temporadas más concurridas!

— Aaaaaaaaaaaaah — lloriqueo Hyunjin undiéndose cada vez más en la silla hasta quedar solo la cabeza a la vista.

— Deja de chillar — lo riño Mi-so.

— ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! — volvió a gritar Hyunjin más fuerte causando que varios clientes se volvieran a verlo.

— ¡Oye! — se quejó Mi-so — ¡Ya! ¡Callate!

Pero haciendo caso omiso Hyunjin siguió gritando incluso más fuerte que antes. Mi-so se levantó y tapo la boca del chico con ambas manos.

— Ya basta — sonrió Mi-so y Hyunjin se limitó a reír.

Mi-so sintió los labios de Hyunjin rosar sus dedos y el calor subió hasta sus mejillas. Retiro rápidamente las manos y volvió a su lugar, sintiendo algo extraño en su estómago.

— ¿Si vamos? — volvió a insistir el chico con una sonrisa.

— ¡Aggh! ¡Ya te dije que no! —se llevó las manos a su cabello con desesperación.

— ¡Podría ser el fin de semana! El domingo no abren — canturreo Hyunjin revolviendo su café con el popote.

— No lo creo — la chica dio un suspiro —, ese día lo único que quiero es descansar.

— ¡Podrias descansar viendo pinturas! — exclamó Hyunjin.

— ¡Que no!

— ¿Y si te doy algo a cambio? — los ojos de Mi-so brillaron.

— Mmmh puede ser — concedió con una sonrisa de lado — ¿pero como que podría ser?

— No lo se — sonrió Hyunjin —, lo que sea.

Pasaron unos segundos de silencio.

— Esta bien — concedió Mi-so — El fin de semana entonces.

— ¡Urra! — celebró Hyunjin levantándose victorioso.

— Ahora lleva estas galletas a la mesa doce — le tendió un plato con estas.

— Malvada

⭐🥟⭐

— ¿Donde se supone que es?

— Estamos cerca no te desesperes — respondió Hyunjin.

Caminaban en las calles de Seúl, para poder llegar a aquella exposición de arte de la que tanto le había hablado Hyunjin.

☆Star Love☆| Hwang Hyunjin y Tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora