Capítulo 2 -|- Mi alma, o suya...

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Ángel

El plan de devolver nuestras almas estaba en pie aún. Despertamos juntos la siguiente mañana en el hotel y fui con Charlie, antes de que mi jornada laboral nocturna comience, probablemente ella esté de acuerdo con la idea.

- Charlie, Charlie, necesito Umm... Hablar contigo. - Todos estabamos en la sala tomando un café mientras charlaban, el único que aún no se había despertado era Husk, nos habíamos quedado despiertos hasta no más de tres horas, y sabía perfectamente que no lo haría hasta más tarde, pero tampoco había notado la escalofriante presencia de Alastor y eso me dio un poco de tranquilidad. - Bueno... Con todos... Necesito su ayuda con algo, en general.

- ¿Qué necesitas Angel? - La rubia me sonrió, con la taza en manos y a su lado estaba Vagina, nuestra relación no era una de las mejores pero avanzó bastante desde los últimos meses luego del tercer exterminio que vivimos.

- Es bueno que sientas esa confianza, debo reconocer. - Su novia comentó aquello con una sonrisa.

- Amm... Es más, un pedido para Charlie y Lucifer. - Ambos me miraron con atención, solo que el segundo estaba bebiendo de su taza de todos modos. - ¿Cómo recupero mi alma? - El amo del infierno pensó y me observó, sonriendo.

- En una apuesta o algún trato. Es lo más seguro, o destruyendo al portador del alma, también cancelando el contrato. Ya sabes... Cosas difíciles si tu alma no es tuya Angel , te haré una pregunta... ¿Qué pretendes? Porque... Podemos ayudarte, en ese caso... - Su mano se colocó en la curva de su cintura, aún con una sonrisa sin mostrar los dientes.

- ¡Sí! Como sabrán... Valentino es el portador de mi alma y Husk la de Alastor y... Quiero que seamos libres. - En ese momento noté como Charlie colocó su mano en mi hombro, la tomé gustoso y nos sonreímos, esperando la respuesta de su padre.

- Oh... ¿Apuesta?... Me necesitan para...

- Hacer trampa. - Mi amiga y yo dijimos esas palabras al unísono, Lucifer se negó unas mil veces antes de aceptar a duras penas.

- ¡No, Dios, no, no puedo estar en una habitación con dos Overlords! Menos si uno es el botones... - Charlie se acercó a él.

Perdí la esperanza de tener mi alma de nuevo por unos segundos pero al oír aquella afirmación me alegré. Verdaderamente mi amiga no tenía ni idea de lo agradecido que me sentía cada vez que le pedía algo y ella lo volvía realidad sin dificultad, aunque desde que comencé a pedir ayuda todo mejoró para nosotros.

- Está bien... Pero, Por mis demonios, que sea la última vez que deba jugar en contra de ese... Ese... - Sus ojos se cerraron y me reí, hasta que sentí una radio acercarse.

- ¡Oh! Querido... Créeme que estar a tu lado tampoco es gratificante para mi persona, preferiría estar con un demonio asesino antes que con un inepto como tu. - Lucifer se cruzó de brazos y solo se retiró al notar como Alastor volvía a molestarlo. - Mmh... ¿Podría saber la razón del amontonamiento de estos seres demoníacos en una misma habitación? - La espeluznante sonrisa característica suya seguía adornando su rostro pero esta vez su labio de arriba estaba curvo, algo molesto. Alastor no tenía siempre el control. - No pensarán hacer nada tonto ¿No? - Se acercó a mi de una manera amenazante pero antes de que sea tan cercano aquel enfrentamiento Charlie se colocó detrás de Alastor, causando que él vuelva a ponerse derecho.

- Alastor... Debemos charlar tu y yo... A solas. - Los ojos de la rubia se achinaron y sonrió, devolviendo ese aterrador gesto, ambos tenían las mismas expresiones y yo estaba asustado de lo que sucedería a continuación pero no fue Charlie quien lo desafío... Sino...

- Apuesto el alma de Husk, botones. - Su padre dio pasos lentos hasta el lugar donde nosotros nos encontrábamos, personalmente no esperaba esa reacción de Lucifer, siempre odió a Alastor pero lo evitaba a toda costa, nuestra relación tampoco era la mejor pero recuerdo cómo ambos, tanto Charlie como él; odiaban a los Overlords con todo su ser. - Si gano, será mía, pero si ganas, mi alma y todo el infierno será tuyo. - Noté el cuello de Al girarse con peligro.

- Aja... ¿Qué has dicho querido? - Dio vuelta su cuerpo también así acorralar a Lucifer, parecía una escena porno actuada por dos hombres que se odiaban... Solo que con más guión. - Repitelo. - Su sonrisa desapareció y esta vez era Lucifer quien la portaba.

- Si Alastor quiere el infierno ¿Por qué no se casa con Lucifer? - La pregunta de Nifty nos causó una risa a mi y a los que estábamos ahí, habían algunos demonios buena onda que a veces me ayudaban también, varios intentaban redimirse y lograban ir al cielo solo faltabamos Husk y yo pero como dije... Uno no puede ir al cielo si su alma no va con el cuerpo. - ¡Solo digo! - Y se fue corriendo al sentir la mirada penetrante de Alastor.

- Jaja... Qué chica tan tonta es Nifty... - Negó varias veces y se separó del amo del infierno, ofreciendo su mano. - Trato...

La habitación se volvió verde y habían varias sombras de pequeños muñecos, también la escalofriante sombra malvada de Alastor estuvo presente en ese momento donde ambos estrecharon las manos y ese trato se selló.

- Encantador. - Lucifer era todo un educado a comparación de Alastor, ambos perdían la cordura cuando se trataba de hablar, estar juntos o a veces siquiera verse... Eso no era nada bueno para Charlie y su fama en el hotel pero ambos ayudaban al lugar así que no decía mucho, nunca lo hizo...

- Gracias... - Susurré al sentir un abrazo de Charlie en mi cintura, sonreí y acaricié su cabello con ternura, la quería mucho y todo lo relacionado con ella me ayudaba a sentirme mejor, fue una chica muy centrada en las desiciones que tomó, ambos formamos una linda relación por suerte.

- No es nada... - Escuchamos ruidos de algunas botellas chocar. - Husk... - De pronto Charlie me soltó del abrazo y sólo me dejó acercarme al demonio que había acabado de llegar con una bolsa de basura que parecía tener botellas de cervezas, las cuales tomó en toda la noche, yo había dejado todo por Husk pero él no y eso me hacía sentir triste, aunque hayan sido tres botellas aún seguía en el mismo número hace meses, sabía que era difícil para él dejar todo aquello, también lo fue para mi y no lo negaré, quise recaer pero Husk siempre fue alguien muy importante en estos momentos donde Cherry intentaba hacerme recaer. - ¿Qué tal dormiste?

- Ni lo menciones... - Lucifer le colocó unas cartas de poker en el pecho, esto causó total confusión en él y se miraba enfadado. - ¿Qué carajos?

- Suerte la semana que entra... La necesitaremos, aposté por tu alma Husk, espero tengas un a's bajo la manga o de lo contrario perderé todo el infierno y lo gobernará el peor Overlord de todo este lugar. No pierdas. - El contrario sonrió, gustoso.

- Quédate tranquilo Luci... Si es por él entonces dalo por hecho...

I always win. •Huskerdust|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora