Capítulo 11 -|- Hijos de puta.

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Husk

Como si ese maldito hijo de puta fuera a arruinar a mi Anthony nuevamente creyó que esta vez no haría nada pero se equivocó y mucho.

— En serio tu y tus hijos de puta me tienen hartos... — Mostré los dientes, realmente enojado por haber visto como esa polilla disparaba a mi chico no pude resistir mostrar las garras. — Valentino dime... Cuál es la maldita razón por la cual vuelves a Angel Dust... ¿Acaso quieres morir, otra vez? — Guardé las manos en mis bolsillos delanteros del pantalón, gracias al pentagrama tenía unas cuantas cartas y dados encantados con metal angelical y podía lastimarlo, hasta incluso matarlo, Angel fue dañado con unas balas normales, no le hicieron mucho daño y solo lo desmayaron, y antes de que sea muy tarde actúe rápido, volé por encima de Valentino y sus secuaces tirando algunas cartas que cortaron sus cuellos con velocidad, él se cubrió detrás de su auto y cuando menos pude reaccionar sentí como unas balas chocaron con su auto, era Anthony, estaba de pie y con una herida de bala que rozó su abdomen.

— An... — Puso una mano en mi hombro con el ceño levemente fruncido.

— ¡Sal! Antes de que tenga que putas matarte, sal maldito cobarde, pedazo de pasivo sin vergüenza de mierda. — Se veía realmente molesto, lo cubrí con mis alas cuando Valentino salió de detrás del auto, al parecer una de mis cartas habían cortado parte de su mejilla, pues se estaba desangrando. — ¿Qué mierda quieres? ¡No tuviste suficiente! Agh... — Angel se arrodilló y lo sostuve, él solo me dio unas palmadas y sonrió, queriendo darme tranquilidad pero sólo me hizo enojar más de lo que estaba.

— Oh Angel... Te dije que no sería la última vez que me vie-... — Vi como algo clavó el abdomen de Valentino y sobre pasó, eraun tridente y lo único que vi fue una cola demoníaca, este acto causó que él cayera totalmente al suelo, desangrándose.

— ¡Charlie! — Me alegré al verla pero inmediatamente cargó a Angel en la camilla de un hospital. — Ya sabes... Bala, lo rozó... Carajo, estábamos tan felices.

— Husk, se recuperará. — Puso una mano encima de la mia y pude ver a mi Anthony en esa camilla, respiraba lentamente y su corazón latía con calma. — Lo llevaremos y haré lo posible porque se recupere o sino... Ya sabes... Habré fallado como su amiga y princesa del infierno a su cuidado. — El simple hecho de que Charlie se denomine a si misma como "Princesa del infierno a su cuidado" me parecía el gesto más amoroso y lindo en todo este infierno, ella lo amaba y él a ella, no necesitaba más palabras para saber que esa amistad sería incluso más que eterna.

En cuestión de minutos estabamos en un hospital para demonios pecadores y allí atendieron a Angel lo más que pudieron, le colocaron unas vendas y algunos puntos en su herida, por suerte dijeron que no fue tan profunda, solo un pequeño roce pero no me importaba, yo quería que él esté a salvo.

— Husk... — Estaba sentado pero al oír mi nombre en ese susurro casi inaudible me levanté como nunca acercandome y tomando su mano. — Dime que murió... — Abrió los ojos con lentitud, esperando mi respuesta, ansioso.

— Sí. — Sonreí luego de contestarle y sus ojos brillaron, estaba feliz, al parecer se sentía más liberado de lo que ya era. Comenzó a llorar y se cubrió los ojos con dos manos. — Anthony, no debes hacer fuerza, los puntos...

— M-maldita sea... Q-quién lo mató... — Soltó una pequeña risa sin fuerzas y luego me miro, limpiando sus lágrimas.

— Charlie.

— Charlie... Esa princesa... Le debo la vida totalmente... Hizo mucho por mí. — Algo que hacía cuando estaba relajado y se sentía bien y liberado era dibujar en el techo de los lugares, lo hizo la primera vez que dormí con él y ambos estabamos borrachos, cuando me acosté en su pecho y ronronee por primera vez, se sentía en paz y lo sabía, me gustaba causarle eso... Amaba ser la calma entre tanto caos. — Husky... ¿Es un sueño? — Me miro, queriendo respuestas, como si todo lo que en menos de tres horas pasó en realidad.

— Nene... Todo ha sido real... Incluso...

— ¡Los besos! — Volvió a cubrir su rostro con vergüenza y reí con ternura, en serio amaba a este chico con todas las fuerzas de mi pobre viejo cuerpo. — No me los recuerdes ugh... Siempre que estaba cerca de un hombre había un poco más de acción... — Bajó las manos y me miro aún con las mejillas rosas.

— ¿Mmh?... — Tardé en darme cuenta pero luego me volví un completo tomate al saber de lo que estaba hablando. — ¡Anthony! — Me escondí en sus piernas muy apenado. — ¡Eres un listillo! Ugh...

— Ay Husky... No seas así... Sabes a lo que me refiero...

En esa pequeña conversación pude escuchar la puerta abrirse y me levanté cuando el doctor entró al lugar.

— Husk, Anthony, buenas noticias, podrá salir mañana sano y salvo solo procure no hacer mucha fuerza durante unas semanas así los puntos pueden sanar bien, no se preocupen, se quedará aquí para evitar fiebre o alguna infección, chequeos, ya saben. — El doctor fue muy amable y nos sonrió antes de retirarse.

— Mmh... ¿En qué estabamos? — Mi rostro volvió a ponerse rojo y lo miré. — Husky~

— ¡Maldita seas piernitas, no seas así! — Volví a escuchar su risa y tuve el atrevimiento de deleitarme con él, el como su rostro se iluminaba cuando yo decía o hacía algo que lo alegraba... — Eres lindo... — Cerré la hora rápidamente y él se dio cuenta de esto, volvió a aprovechar la situación y se acercó a mi, específicamente su pecho a mi rostro. — Anthony. P-para...

— Oww... Por qué... Si pareces disfrutarlo... — Jugó un rato con mi timidez de manera descarada hasta que me cansé y tomé su cuello con una mano, me acerqué peligrosamente a él y le sonreí. — A-ha...

— Ahora... Qué tal si te pongo contra la pared y te hago gemir todas esas palabras que dices... ¿Te parecería divertido? — Y de inmediato vi su sonrojo asomarse como el rayo de una luz. — ¡Ves!

— ¡No se vale! — Y reí con más fuerza.

— Deja de jugar, Piernitas.

— Te amo, Husky...

— Y yo a ti, Anthony.

Y volvimos a besarnos, y volvió a ser increíble, como el primer beso que se atrevió a darme.

Sinceramente yo no quería presionarlo, quería que él tuviese la iniciativa a todo, eso tal vez sería un problema en algún momento pero no me importaba yo moría por él pero quería que Anthony me deje demostrarle cuánto muero por él.

I always win. •Huskerdust|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora