Husk
Estábamos en nuestro bar, el olor a licor y humo de los cigarrillos se podía percibir a un simple suspiro, todo mientras Anthony y yo observábamos el lugar.
— ¿Crees que debería haber algún cambio? — Me susurré, de repente volteamos a vernos, noté sus ojos y expresión de duda, buscaba una respuesta. — Siento que está vacío o algo... Tétrico. — Su sonrisa apareció de repente clavando su mirada en la mía. — Hay que redecorar.
Nos pusimos manos a la obra en ese mismo instante, teníamos varias reformas que nos gustaría llevar a cabo pero las principales fueron las ventanas. Más iluminación y algunas cortinas rosadas, una gran alfombra de peluches y las sillas con almohadas, de igual modo que la suciedad se asomaba, la limpiaba. Así fue durante todo el día.
En eso, nos dimos un pequeño tiempo, Anthony tomó unos vasos con agua y me invitó uno, el cual acepté sin problemas comenzando a beberlo.
— ¿Qué opinas? — Voltee a mi pareja con una sonrisa mientras pasaba mi dedo por el borde del vaso. — Yo digo que está quedando muy bien pero le hace falta algo... — Dejé el vaso en la mesa, acercándome a mi pareja tomándolo por la cintura.
— ¿Y eso es...? — Arqueó una ceja al mismo tiempo que su sonrisa se agrandaba con mis manos alrededor suyo. — No me digas que es "Un beso."
— Un beso... — Terminé la frase cada vez más cerca suyo, pude notar el brillo en sus ojos y esa sonrisa tan preciada suya, de repente nos fundimos en un beso deseoso, se tiró encima mío obligándome a sostenerme en la mesa, quitó mi saco con dos de sus manos pero lo intenté detener, era como si estuviese... Muy caliente. — Anthony... Para, por favor, las ventanas están...
— Cerradas. — Voltee así revisar lo recién dicho y bueno, no podía negarlo, estaba caliente al igual que él. — No seas tímido... La otra noche estuviste salvaje como nunca... Y no necesito decirte lo mucho que me encantó... — Pude sentir sus brazos recorrer mi cuerpo, causándome escalofríos, de repente mi pantalón se apretó. — Además ahí abajo hay alguien que está feliz de verme. — Esto sucedía seguido, Anthony caliente, y lo único en que podía pensar yo era en cuán salvaje se ponía en estas ocasiones. No me molestaba en absoluto... Pero me costaba recordar que era Anthony y no Ángel Dust pero ¿Cómo diferenciarlos si son iguales en la cama? — Husky... — Comenzó a besarme desesperadamente, nuevamente sostuve ambas manos en la mesa, apretando esta, sintiendo como mi novio bajaba cada vez más hacia mi cintura, llegando a arrodillarse por completo.
— ¿No crees que debemos terminar antes de hacerlo...? ¡Mmh! — Cubrí mi boca con una mano, ahogando un gemido debido a la repentina humedad de su lengua, comenzó a dar algunos movimientos lentos, como si supiera que me gustaba sentí el interior de su cavidad bucal. — Anthony... Espera... — Con la mano contraria sostuve su cabeza, pero él la alejó, subiendo por mi abdomen hasta mi cuello, besando este mismo.
— No toques mi cabeza, déjamelo a mí. Yo sé qué hacerte. — Puso su dedo índice en mis labios, callándome inmediatamente. — Y quiero que me llames "Piernitas" en estos momentos de calentura... También, obedecerás a cuando tenga ganas. — Su sonrisa adornó sus labios, volviéndome cada vez más incapaz de pensar con claridad, no tenía ni idea de cuantas veces caería ante sus trucos sexuales, pero creo que hoy no podría contenerme.
Aparte, faltaba gran parte de la cocina para acabar el cambio del Bar. No daré tantos detalles... Solo que, espero los clientes no se den cuenta de que debajo de los tapetes hay un poco de fluidos, que SEGURAMENTE no estarán alegres de sentir, o saber que ahí están.
— Uh, Husky, creo que aún faltan algunos tablones ¿Podrías traerlos? — Asentí y me ayudé con mis alas, subiendo así dárselos. Los colocó rápidamente, aunque de igual modo lo hice con él. — Gracias Cariño. — Al final se bajó y lo sostuve en brazos para que caiga con cuidado. — Ah... — Mis manos apretaban su cintura y al parecer aquella pequeña interacción lo puso nervioso. — Husk... ¿Me sueltas? — Sonreí y aparté mis manos, parecía una demonio totalmente diferente cuando no estaba haciéndolo. — En fin, ya acabamos, podemos probar la nueva barra y beber un trago de whisky.
— Lo siento, no quiero beber, estoy intentando redimirme. — Anthony soltó una risa y comenzó a limpiar un poco la zona previamente ensuciada por los escombros y restos del polvo de madera. — Déjame ayudar. — Tomé un paño mojado así limpiar las mesas, traje uno para el suelo así dejar todo reluciente.
— ¿En serio? — Sus ojos encontraron los míos, aunque estaba hablando al cien por ciento en serio no sabía por qué pero mi corazón latió, encontrándome en un momento de nervios los cuales jamás en mi vida había pensado sentir por un acto noble. — Eso es... Tierno. Aunque no me gustaría que fuese por mi, espero sepas eso Husky, me alegraría más que sea por cuenta propia... — Apretó el palo de la escoba, bajando la mirada y sus manos en la cintura jugaron con ellas mismas.
— Piernitas... Eres la razón número uno para ir al cielo, sin embargo, lo hago por mi cuenta, es horrible estar sobrio todos los malditos días pero, al menos no veo doble Anthony. — Comencé a reírme, en eso se le escapó una pequeña carcajada, tosió y se puso derecho apuntándome.
— ¡Al final del día no hemos descansado nada!
— Entonces vayamos a un hotel, así descansar gran parte del fin de semana ¿Qué te parece? — Ladee la cabeza, saqué las llaves del auto y las moví en el aire. — Vendrá la ola de calor así que necesitaremos un lugar refrescante.
— Me parece la idea perfecta Husky.
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I always win. •Huskerdust|
FanfictionTodas las veces que Ángel intentó escapar de Valentino no fueron posibles, y él sabía eso así que un día le pide a Husk un gran favor que podría costar el alma de ambos...