—¡Es absolutamente imposible que estés hablando en serio!
Donquixote Doflamingo no podía creer lo que estaba oyendo. Las arrugas de su rostro y las venas debidas a las preocupaciones por su trabajo como director de las Industrias Donquixote le daban un atractivo especial. Sus movimientos y las largas zancadas con las que iba y venía por la habitación daban muestras de su fortaleza física. No estaba acostumbrado a recibir órdenes, sino a dictarlas, por ello en ese momento tenía todo el aspecto de un animal salvaje enjaulado.
—Estoy hablando en serio —respondió un hombre que era el vivo retrato de Doflamingo, pero con veinte años más; lo estaba mirando dar aquellas zancadas sentado detrás de un elegante escritorio de caoba. Era su padre, Homing, que estaba observando las reacciones de su hijo. Su cabello canoso contrastaba con el rubio castaño del de su hijo, pero sus ojos eran iguales, marrones y agudos.
—Los matrimonios concertados son arcaicos —protestó Doflamingo acercándose al escritorio de su padre. En su comportamiento había un autoritarismo que intimidaba a la mayoría de la gente. — Esta mi hermano, ¿Por qué yo?
—Los matrimonios arreglados siguen siendo practicados en algunos sectores muy civilizados de la sociedad, y, considerando los desastrosos errores de tu hermano, tal práctica me parece cada vez más conveniente. Sin embargo, yo no estoy arreglando ninguna boda, simplemente te estoy diciendo con quién me gustaría que tú te casaras.
Doflamingo se apoyó en el escritorio, se inclinó un poco y miró fijamente a su padre.
—Seré yo quien busque mi esposa y yo decidiré cuándo quiero casarme.
—Te has enredado con una serie de mujeres poco recomendables, y ninguna de ellas sería una esposa decente —Homing movió la cabeza.
—He estado demasiado ocupado, dirigiendo esta compañía, para perder el tiempo subiendo a las colinas de la alta sociedad en busca de eso que tú llamas una esposa decente —replicó Doflamingo acalorado.
—¡Precisamente por eso! —sonrió triunfante Homing—. Yo te la he buscado.
La incredulidad se reflejó con mayor profundidad en el rostro de Doflamingo.
—¿De verdad quieres que me case con una mujer que conociste en las montañas de Maine durante una de tus excursiones para pescar?
—Es una buena mujer y con la que tendrás la clase de nietos que deseo tener — Homing se puso de pie y miró fijamente a su hijo —. Si quieres tener el control total de esta compañía, tendrás que hacer lo que yo te pida.
—¿Y si no lo hago? —lo retó Doflamingo.
—Entonces repartiré mis acciones entre tú y tu hermano a y también Vergo, él es como la familia. Tienes tus propias acciones y, con ellas, controlarás la compañía... —Homing hizo una pausa para dar mayor énfasis a sus siguientes palabras— a menos que tu hermano y Vergo decida votar juntos contra ti.
—¡Lo único que ellos saben hacer es gastar dinero! —bramó Doflamingo—. ¡En menos de un año llevarían esta empresa a la quiebra!
—Si tú no te casas y tienes herederos, ellos o sus descendientes heredarán el control —aclaró Homing.
Doflamingo contestó secamente.
—Entonces yo mismo buscaré esposa.
La expresión de Homing se endureció.
—Tú te casarás con ________ Riley.
Durante un largo momento el joven observó al viejo en silencio. Después, volviéndose con brusquedad, salió de la oficina.
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Al Mejor Postor - Donquixote Doflamingo X READER 💗🦩🍋
FanficPara __________, el casarse con el arrogante desconocido era la única manera de saldar la enorme deuda con la que se veía presionada por el cruel alcalde del pueblo. Para Doflamingo, era la única forma de lograr el control total de los negocios de l...